Novedades de Windows Server 2025 Datacenter
Windows Server 2025 Datacenter es la edición más reciente del sistema operativo de servidor de Microsoft, lanzada a finales de 2024 con un conjunto de novedades importantes en rendimiento, seguridad, compatibilidad e integración en la nube. Se trata del sucesor de Windows Server 2022 dentro del canal de servicio a largo plazo (LTSC) y cuenta con soporte oficial hasta octubre de 2034. Esta versión introduce características avanzadas que mejoran la seguridad, el rendimiento y la flexibilidad de la plataforma, a la vez que adopta una interfaz modernizada al estilo de Windows 11 para brindar una experiencia familiar al usuario.
Windows Server 2025 Datacenter mantiene la solidez de sus predecesores e incorpora innovaciones pensadas para adaptarse a las necesidades actuales de las empresas, desde almacenamiento más rápido hasta mejor integración híbrida con la nube. A continuación, exploraremos en detalle las principales novedades de Windows Server 2025 Datacenter y las compararemos con versiones anteriores (Windows Server 2022, 2019, 2016 y 2012) en aspectos clave como rendimiento, seguridad, compatibilidad y soporte. Asimismo, al final ofrecemos recomendaciones sobre cuál versión elegir según distintos escenarios (pequeñas empresas, grandes corporaciones o entornos de laboratorio).
Principales novedades de Windows Server 2025 Datacenter
Windows Server 2025 trae mejoras sustanciales en varios frentes. En esta sección desglosamos las novedades destacadasen áreas de experiencia de usuario, seguridad, rendimiento, virtualización e integración con la nube.
Experiencia de usuario y administración modernizada
Una de las primeras cosas que notarán los usuarios al instalar Windows Server 2025 es su interfaz renovada. Al iniciar sesión por primera vez, el entorno de escritorio adopta el estilo visual de Windows 11, lo que supone un cambio estético significativo respecto a Windows Server 2019 o 2016 (que tenían la apariencia de Windows 10). Este diseño moderno no solo es más agradable a la vista, sino que también facilita la transición para administradores familiarizados con Windows 11 en entornos de cliente.
Además, la edición Datacenter 2025 incorpora de manera predeterminada varias herramientas y funcionalidades de uso diario que antes requerían instalación o activación manual. Por ejemplo, ahora el soporte para Bluetooth y Wi-Fi viene habilitado de fábrica: es posible conectar periféricos (ratones, teclados, auriculares, etc.) vía Bluetooth directamente, algo que en versiones previas necesitaba controladores o configuraciones adicionales. Del mismo modo, la función inalámbrica Wi-Fi está disponible sin tener que agregar el rol correspondiente, lo que simplifica la configuración de servidores en entornos donde solo hay conexión inalámbrica.
En cuanto a las herramientas administrativas, Windows Server 2025 incluye de serie utilidades que antes debíamos instalar aparte. Destaca Windows Terminal, la consola de línea de comandos moderna y multiterminal, que ahora viene instalada por defecto para ofrecer una experiencia más potente a los administradores de sistemas. También se integra WinGet (Windows Package Manager), permitiendo la instalación de paquetes de software desde la línea de comandos de forma sencilla, al igual que en Windows 10/11. Estas incorporaciones agilizan la gestión del servidor, ya que brindan herramientas actualizadas sin pasos extra.
Compresión de archivos integrada
Otra novedad conveniente es la compresión de archivos integrada en el Explorador. Windows Server 2025 añade un nuevo menú contextual “Comprimir a…” que permite comprimir archivos o carpetas en formatos ZIP, 7z o TAR con un simple clic derecho. Antes, los administradores tenían que instalar software de terceros o utilizar utilidades de línea de comandos para lograr esta funcionalidad; ahora está disponible de forma nativa en el sistema operativo. Asimismo, la pantalla de Administrador de tareas ha sido modernizada con el diseño de Windows 11 (material Mica), aportando no solo estética sino también las últimas mejoras funcionales en la monitorización de procesos.
Por último, cabe mencionar la facilidad de actualización y compatibilidad hacia atrás que ofrece esta versión. Microsoft ha facilitado las actualizaciones in-place: es posible actualizar directamente un servidor Windows Server 2012 R2 (o posterior) a Windows Server 2025 en un solo paso. En versiones previas, como Windows Server 2019, una migración desde 2012 R2 requería actualizaciones intermedias o reinstalaciones. Ahora, las organizaciones con servidores antiguos pueden dar el salto a 2025 de manera más directa, hasta cuatro versiones de un brinco, ahorrando tiempo y minimizando interrupciones.
Mejoras de seguridad multilayer y protección avanzada
La seguridad es un pilar fundamental en Windows Server 2025 Datacenter. Microsoft ha introducido una serie de características de seguridad multicapa para proteger mejor tanto el sistema operativo como los datos y credenciales frente a las amenazas actuales. Un cambio notable es que Credential Guard viene habilitado de forma predeterminada en equipos que cumplen los requisitos de hardware. Credential Guard aísla y protege las credenciales del sistema (por ejemplo, hashes NTLM y tickets Kerberos) usando virtualización, dificultando los ataques de robo de credenciales incluso si malware obtiene privilegios administrativos. En versiones anteriores, como Windows Server 2019 o 2022, esta protección existía pero debía activarse manualmente; ahora está activa “out of the box” para añadir una capa extra de defensa sin intervención del administrador.
Otra novedad destacada es Hotpatching. Por primera vez, Windows Server Datacenter (vía Azure Arc) permite aplicar parches de seguridad al sistema operativo sin necesidad de reiniciar la máquina. Esta capacidad de hotpatch solo estaba disponible en Windows Server Azure Edition 2022, pero ahora se extiende a todas las instalaciones de Windows Server 2025 conectadas a Azure Arc. Gracias a Hotpatch, los servidores pueden instalar muchas actualizaciones críticas en caliente, eliminando o reduciendo drásticamente los reinicios y el tiempo de inactividad (especialmente valioso para servidores de misión crítica que requieren alta disponibilidad).
En el ámbito de Active Directory (AD), Windows Server 2025 introduce la “próxima generación” de mejoras que aumentan tanto la seguridad como la escalabilidad del servicio de directorio. Una de las limitaciones históricas de AD era el tamaño de página de su base de datos (8 KB), que restringía la cantidad de valores en ciertos atributos y el tamaño de algunos objetos. Ahora, de forma opcional, AD puede utilizar páginas de 32 KB en su base de datos, rompiendo esos límites y permitiendo, por ejemplo, que un atributo multivalor contenga hasta ~3200 entradas (2,6 veces más que antes). Esto mejora la escalabilidad y acomoda estructuras de AD más grandes en entornos corporativos extensos. Adicionalmente, AD en 2025 incorpora herramientas de reparación de objetos (para corregir atributos críticos faltantes) y nuevas políticas de seguridad: por ejemplo, impide por defecto asignar contraseñas por defecto a nuevas cuentas de equipo, generándolas ahora de forma aleatoria y robusta. Estas mejoras endurecen la seguridad de AD para prevenir configuraciones débiles o prácticas antiguas susceptibles a ataques.
La seguridad de las comunicaciones y datos
La seguridad de las comunicaciones y datos también ha sido reforzada. Windows Server 2025 unifica para todas sus ediciones una característica que antes era exclusiva de la edición Azure: SMB sobre QUIC, un nuevo transporte para el protocolo de archivos SMB que opera sobre UDP/443 con cifrado TLS 1.3. SMB over QUIC permite acceder de forma segura a recursos compartidos a través de redes no confiables (como Internet) sin necesidad de VPN, aprovechando QUIC para bajas latencias y conexiones confiables. En Windows Server 2022 Datacenter estándar, SMB over QUIC no estaba disponible (solo en Azure Edition); ahora en 2025 cualquier servidor Datacenter o Standard puede habilitarlo, facilitando escenarios de acceso remoto a archivos de forma segura. Junto con esto, SMB en 2025 trae configuraciones más estrictas por defecto: se requiere firma de SMB para todas las conexiones salientes (antes solo para ciertas rutas como SYSVOL), la comunicación LDAP por defecto va cifrada (LDAPS), y se introduce un limitador de velocidad de autenticación SMB para frenar intentos de fuerza bruta (inyectando una pequeña demora tras varios intentos fallidos). Estas medidas dificultan ataques de tipo brute force, relay o man-in-the-middle contra los servicios de archivos.
Por último, Windows Server 2025 incorpora herramientas de seguridad adicionales integradas. Un ejemplo es la llegada del cliente y servidor OpenSSH instalados por defecto. En versiones previas, habilitar SSH en Windows requería instalaciones manuales; ahora, con 2025 Datacenter, un administrador puede activar el servicio SSH con un clic desde el Administrador del Servidor (hay una opción de “Acceso remoto SSH”) y gestionar accesos vía el grupo de usuarios de OpenSSH. Esto facilita la administración remota segura mediante Secure Shell, especialmente en entornos híbridos o para desarrolladores que prefieren SSH sobre WinRM/RDP. También se integra una línea base de seguridad predeterminada con más de 350 ajustes preconfigurados siguiendo las mejores prácticas de Microsoft, que se puede aplicar desde el inicio para asegurar el servidor según estándares recomendados. En conjunto, todas estas mejoras hacen de Windows Server 2025 la versión más segura hasta la fecha, endureciendo el sistema por defecto en comparación con Windows Server 2016 o 2019, donde muchas de estas protecciones no existían o no venían activadas.
Rendimiento y escalabilidad: potencia para cargas modernas
En materia de rendimiento bruto y capacidad, Windows Server 2025 Datacenter da un salto notable respecto a versiones anteriores. Gracias a mejoras en el soporte de hardware y optimizaciones del kernel, esta versión puede aprovechar hardware de última generación de forma más eficiente.
Un avance clave es el soporte para la nueva arquitectura de paginación de 5 niveles en procesadores modernos, lo que permite gestionar hasta 4 petabytes de memoria RAM física en un solo servidor. Esta cifra es un orden de magnitud superior a la de Windows Server 2022, que admitía hasta 48 TB de RAM en configuraciones de hardware muy altas. En comparación, Windows Server 2012 tenía un límite de 4 TB y Windows Server 2016/2019 alrededor de 24 TB. Si bien pocas organizaciones hoy en día tienen servidores con petabytes de memoria, este cambio hace que Windows Server 2025 esté preparado para el futuro en entornos de computación de alto nivel (piense en grandes centros de datos o aplicaciones de IA intensivas) y elimina cuellos de botella de memoria que podrían existir en el ciclo de vida de soporte de esta versión (que llega hasta 2034). Asimismo, se mantiene el soporte de hasta 2.048 procesadores lógicos por host introducido en 2022, aprovechando sistemas multinúcleo masivos.
Más allá de los límites teóricos, Microsoft ha trabajado en optimizaciones de rendimiento concretas. En especial, el subsistema de almacenamiento con unidades NVMe se ha afinado para extraer su máximo potencial. Windows Server 2025 logra hasta un 60% más de IOPS (operaciones de entrada/salida por segundo) en almacenamiento usando NVMe en comparación con Windows Server 2022, bajo las mismas condiciones de hardware. Esta mejora de rendimiento de casi un 60% fue destacada por Microsoft y medios especializados, y supone un gran beneficio para cargas de trabajo intensivas en disco, como bases de datos o sistemas de virtualización que hacen uso de discos NVMe ultrarrápidos. De hecho, Microsoft señala que las mejoras en almacenamiento flash hacen de Windows Server 2025 “una plataforma aún mejor para SQL Server” debido a esta mayor velocidad y menor latencia. En entornos donde el almacenamiento es crítico, actualizar desde 2019 o 2022 a 2025 podría traducirse en respuestas más ágiles sin cambiar el hardware.
Novedades funcionales
Relacionado con el almacenamiento, Windows Server 2025 introduce también novedades funcionales: Dev Drive (un tipo especial de volumen diseñado para cargas de trabajo de desarrolladores) ahora soporta clonación de bloques, gracias a que usa el sistema de archivos ReFS. Esto significa que al copiar archivos grandes dentro del mismo volumen ReFS, en lugar de duplicar todos los datos, el sistema puede clonar referencias de bloques internamente, acelerando enormemente las copias y ahorrando espacio. Para el usuario, copiar archivos masivos será mucho más rápido que en Windows Server 2019/2022, brindando una experiencia similar a las “copias instantáneas” en almacenamiento avanzado. ReFS además incorpora deduplicación y compresión nativas mejoradas en 2025, lo que ayuda a optimizar el uso de disco en servidores de archivos o VDI (estos métodos antes solo estaban en NTFS o como funciones no integradas directamente en ReFS de versiones anteriores).
En el ámbito de red, esta versión mantiene e impulsa mejoras que afectan al rendimiento de las comunicaciones. Por ejemplo, introduce Accelerated Networking (AccelNet) para virtualización (en vista previa), que simplifica el uso de la tecnología SR-IOV en entornos Hyper-V. Con AccelNet, las máquinas virtuales pueden beneficiarse de un paso de datos de red de alta velocidad con menor latencia y uso de CPU, sin la complejidad de configuración manual que antes conllevaba SR-IOV. Esto es especialmente útil en clústeres de virtualización donde el rendimiento de red es crítico (por ejemplo, almacenamiento convergente o servicios altamente demandantes de red). También Hyper-V mejora su escalabilidad de VMs individuales: en Windows Server 2025 una máquina virtual de generación 2 puede soportar hasta 240 TB de RAM y 2.048 procesadores virtuales, superando con creces los límites de VM en 2019/2022 (que rondaban los 12 TB de RAM y 240 vCPU para una VM). Esto habilita escenarios de virtualización de cargas de trabajo gigantes en un solo huésped virtual, ideal para simular bases de datos masivas o aplicaciones científicas en entornos de prueba.
Por último, cabe señalar que la eficiencia general del sistema también se ha optimizado. Windows Server 2025 incorpora DTrace como herramienta nativa de monitoreo de rendimiento en tiempo real, facilitando a los administradores la identificación de cuellos de botella y la afinación del sistema sin necesidad de utilidades de terceros. Asimismo, mejora el manejo de entornos NUMA en servicios como Active Directory, que ahora puede utilizar procesadores en todos los grupos NUMA (antes se limitaba al grupo 0) para escalar en servidores con más de 64 núcleos. En conjunto, estas mejoras aseguran que Windows Server 2025 saque el máximo provecho del hardware moderno, ofreciendo un rendimiento superior y mayor capacidad de crecimiento en comparación con sus predecesores.


Virtualización, contenedores e IA: novedades para entornos modernos
Windows Server 2025 Datacenter llega preparado para las tendencias actuales de virtualización y contenerización, incorporando funcionalidades pensadas para soportar cargas de trabajo de IA y aplicaciones en contenedores de forma más eficiente.
En Hyper-V, encontramos varias mejoras orientadas a escenarios de alta disponibilidad y nuevas tecnologías. Por ejemplo, ahora la creación de máquinas virtuales por defecto usa la Generación 2 en el asistente de Hyper-V Manager, lo que refleja la madurez de esta generación de VM (más segura y con más capacidades) frente a Gen1. Más importante aún, Windows Server 2025 introduce GPU Partitioning con alta disponibilidad: es posible asignar particiones de una GPU física a múltiples máquinas virtuales (tecnología conocida como GPU-P) y, en caso de que el host falle, la VM con una porción de GPU puede reiniciarse automáticamente en otro nodo del clúster. Incluso soporta la Migración en Vivo (Live Migration) de VMs con GPU-P a otro host, algo que antes no era posible fácilmente, permitiendo balancear la carga o realizar mantenimiento sin apagar máquinas virtuales que usan aceleración gráfica. Esto resulta esencial para workloads de inteligencia artificial o visualización que aprovechan GPU compartidas: ahora se pueden ejecutar con tolerancia a fallos y movilidad, características clave para entornos empresariales exigentes.
Hypervisor-Enforced Code Integrity
Otro adelanto es la incorporación de Hypervisor-Enforced Code Integrity mejorada y nuevas seguridades en virtualización. Windows Server 2025 habilita por defecto una característica llamada Hypervisor-Enforced Paging Translation (HVPT), que protege la integridad de las traducciones de memoria en el hypervisor, dificultando ataques de tipo memory corruption en entornos virtualizados. HVPT se suma a HVCI (Integridad de código protegida por hypervisor) que ya existía en 2022, extendiendo la protección a estructuras críticas del sistema contra escrituras arbitrarias. En resumen, las VMs en Hyper-V 2025 se ejecutan con un nivel de aislamiento y seguridad aún mayor, lo cual es tranquilizador para cargas sensibles.
Para los entornos de contenedores, Windows Server 2025 pone foco en la portabilidad. Presenta una funcionalidad denominada “Portabilidad de contenedores” que facilita mover imágenes de contenedor (y sus datos asociados) entre diferentes hosts o entornos sin necesidad de modificaciones. En la práctica, esto ayuda a los administradores a migrar contenedores Windows entre, por ejemplo, un entorno on-premises y uno en la nube, o de un host 2019 a uno 2025, con menos preocupaciones de compatibilidad. Windows Server 2016 fue la primera versión en introducir contenedores Windows (y contenedores Hyper-V) en colaboración con Docker, y cada versión posterior ha mejorado su rendimiento y compatibilidad. Ahora en 2025, la tecnología está lo suficientemente madura como para asegurar que los contenedores Windows sean más flexibles y fáciles de trasladar que antes, alineándose mejor con el mundo multi-nube y híbrido.
Por último, pensando en aplicaciones de inteligencia artificial, esta versión habilita características para aprovechar hardware especializado. Mencionamos la partición de GPU más arriba, pero además Windows Server 2025 es descrito por Microsoft como una plataforma “AI-ready” (preparada para IA). Con el soporte masivo de memoria y CPU, y la capacidad de compartir GPUs en VMs, un servidor 2025 Datacenter puede servir como base para entrenar modelos de IA o ejecutar inferencias en el edge con gran eficiencia. Incluso sin hardware de GPU, las mejoras de performance mencionadas (como AccelNet y optimizaciones de I/O) benefician a cargas de IA distribuidas o de análisis de datos. En definitiva, Windows Server 2025 combina mejoras de virtualización tradicional (Hyper-V más robusto) con un entendimiento de las necesidades modernas (contenedores, IA), haciendo de esta versión una opción atractiva para desplegar la próxima generación de aplicaciones empresariales.
Integración híbrida con Azure y gestión en la nube
Windows Server 2025 ha sido diseñado con la nube híbrida en mente, reconociendo que muchas organizaciones operan recursos tanto on-premises como en Azure u otras nubes. Por ello, esta versión incorpora características para una integración más sencilla con servicios en la nube y opciones de licenciamiento flexibles.
Una de las novedades más aplaudidas es la Configuración simplificada de Azure Arc. Azure Arc es la tecnología de Microsoft que permite proyectar y administrar servidores locales (o de otras nubes) como si fueran recursos dentro de Azure. En Windows Server 2025, el agente de Azure Arc viene instalado de forma predeterminada como Feature on Demand, e incluye un asistente gráfico muy intuitivo para conectar el servidor a Azure Arc. En otras palabras, nada más instalar el sistema, un administrador puede abrir este asistente (incluso accesible desde el área de notificación, con un icono de Arc) y en pocos pasos registrar el servidor en Azure. Una vez conectado, se desbloquean capacidades híbridas: por ejemplo, gestionar el servidor desde el portal de Azure, aplicar policies centralizadas, usar servicios como Azure Monitor, Microsoft Defender for Cloud, o aprovechar Windows Admin Center alojado en Azure Arc para administrarlo. En Windows Server 2019 o 2022, también se podía integrar con Azure Arc, pero requería descargar e instalar manualmente el agente y no había un wizard incorporado; la experiencia ahora es mucho más plug-and-play. Esto refleja la intención de Microsoft de facilitar un manejo unificado de infraestructuras híbridas.
Junto con Arc, llega un nuevo modelo de licenciamiento muy beneficioso para ciertos escenarios: “pago por uso” (pay-as-you-go) por suscripción. Windows Server 2025 permite, opcionalmente, licenciar el servidor de forma similar a como se paga Azure: en base al uso mensual, en lugar de adquirir licencias perpetuas de antemano. A través de Azure Arc, se puede activar esta suscripción de pago por uso y el consumo del servidor se factura en la suscripción de Azure del cliente. Esto resulta útil para empresas que prefieren gastos operativos (OpEx) sobre gastos de capital (CapEx), o para entornos temporales/laboratorio donde solo se usa el servidor por periodos cortos. Cabe destacar que esta modalidad coexiste con las licencias tradicionales: es una alternativa flexible, no una obligación. Windows Server 2022 ya había insinuado algo similar con Azure Arc, pero es en 2025 cuando se integra totalmente esta opción.
Windows Server Management en Azure Arc
Por último, Microsoft ofrece Windows Server Management en Azure Arc, un conjunto de beneficios para quienes combinan Windows Server 2025 con Arc y cuentan con Software Assurance. Entre estos beneficios se incluye: acceso a Windows Admin Center directamente desde Azure (sin tener que desplegar la puerta de enlace localmente), opciones de soporte remoto Just-In-Time en que profesionales de soporte pueden asistirle vía Arc de forma segura, evaluaciones de mejores prácticas y configuración simplificada de Azure Site Recovery para protección de desastres. En esencia, Windows Server 2025 quiere brindar a los administradores la comodidad de la nube en sus servidores locales, ya sea en la gestión, en el soporte o en la continuidad de negocio. Para una pequeña empresa, esto puede significar administrar un servidor local a través de una interfaz web moderna (Azure) sin necesidad de tener habilidades avanzadas en PowerShell o acceder por escritorio remoto; para una empresa grande, significa poder aplicar políticas homogéneas y aprovechar sus inversiones de Azure en todos sus servidores.
En resumen, Windows Server 2025 Datacenter extiende la visión híbrida que ya tenía Windows Server 2019/2022: facilita la movilidad a la nube y ofrece caminos nuevos, como el licenciamiento por suscripción, que antes no estaban disponibles. Esto convierte a Windows Server 2025 en un sistema más adaptable a distintos entornos de TI actuales, donde la línea entre lo local y lo cloud es cada vez más difusa.
Comparativa con versiones anteriores: Windows Server 2025 vs 2022, 2019, 2016, 2012
Luego de repasar las novedades de Windows Server 2025 Datacenter, es útil colocarlas en contexto histórico. Cada versión previa de Windows Server introdujo mejoras relevantes en su momento, y entender esas diferencias nos ayuda a apreciar cuánto ha evolucionado la plataforma. A continuación, comparamos brevemente Windows Server 2025 con las versiones 2022, 2019, 2016 y 2012 en aspectos clave, incluyendo un cuadro resumen de las diferencias.
Windows Server 2012/2012 R2 (lanzado en 2012, R2 en 2013) fue una versión enfocada en la virtualización y el almacenamiento. Introdujo Hyper-V 3.0, el sistema de archivos ReFS por primera vez y Storage Spaces para definir almacenamiento definido por software. Su interfaz adoptó el estilo “Metro” de Windows 8, lo cual inicialmente chocó a algunos administradores, y contaba con el tradicional Administrador del Servidor pero sin muchas de las comodidades modernas. Soportaba hasta 4 TB de RAM y 64 CPUs en ediciones Datacenter. En términos de seguridad, Windows Server 2012 ofrecía las características básicas (firewall, IPsec, AppLocker) pero aún no tenía nada como Credential Guard o Shielded VMs. Su soporte oficial ya finalizó en octubre de 2023, marcando el fin de su ciclo de vida (aunque clientes con Extended Security Updates pueden prolongarlo hasta 2026).
Windows Server 2016, aparecido en 2016, trajo cambios importantes: fue el debut de los contenedores Windows y Hyper-V integrados con Docker, incluyó la opción de instalación Nano Server (una edición ultraligera sin GUI pensada para cloud, luego descontinuada) y añadió Shielded VMs para proteger máquinas virtuales con cifrado de bitlocker en escenarios de nube hospedada. También mejoró la escala soportando hasta 24 TB de RAM y mantuvo 64 sockets físicos pero con soporte de más núcleos por socket (ilimitados). En seguridad, Windows Server 2016 incorporó por primera vez Credential Guard (aunque no activado por defecto) y Device Guard, además de habilitar Just Enough Administration y Just-In-Time Administration para reducir la superficie de ataque en la administración. Su ciclo de vida está en fase de soporte extendido hasta enero de 2027, por lo que muchas empresas aún lo utilizan, si bien ya no recibe mejoras de características.
Windows Server 2019, lanzado a fines de 2018, se centró en consolidar las funciones anteriores y ofrecer integración híbrida inicial. Agregó características como Windows Defender ATP (plataforma de protección avanzada contra amenazas) dentro del sistema, así como Exploit Guard y mejoras en Windows Defender Firewall con políticas definidas por software. En la nube híbrida, introdujo la integración con Azure Backup, Azure File Sync y la posibilidad de extender Active Directory al servicio Azure AD. También mejoró Storage Spaces Direct y añadió la réplica de almacenamiento ilimitada en Datacenter. Los límites de hardware no cambiaron drásticamente respecto a 2016 (24 TB RAM, etc.). Windows Admin Center también se lanzó en esa época como plataforma separada para administración web. Windows Server 2019 tiene soporte extendido hasta enero de 2029, aunque su soporte principal terminó en 2024, por lo que las organizaciones empiezan a planificar la actualización si buscan nuevas funciones o soporte más prolongado.
Windows Server 2022, disponible desde mediados de 2021, fue una evolución sobre 2019 con énfasis en seguridad y rendimiento. Introdujo el concepto de Secured-core Server, apoyándose en hardware con TPM 2.0, arranque seguro UEFI y VBS para ofrecer una protección robusta contra malware de firmware y ataques al kernel. También añadió soporte nativo a TLS 1.3 y DNS over HTTPS, mejoró la eficiencia de conexiones TCP/SMB (por ejemplo habilitando SMB Compression) y soportó hasta 48 TB de RAM y 2.048 procesadores lógicos en los hosts más grandes. Windows Server 2022 fue el primero en incluir una edición Azure Datacenter con Hotpatching y SMB over QUIC, aunque la mayoría de esas funciones en ediciones estándar llegaban vía actualizaciones. También se integró más con Azure Arc y se introdujo la opción de máquinas virtuales Azure Automanage para servidores 2022. Su soporte extendido llega hasta octubre de 2031, siendo aún una opción de despliegue muy válida para empresas que no hayan dado el salto a 2025.


Recomendaciones: ¿Qué versión de Windows Server elegir?
Con varias versiones de Windows Server disponibles, surge la pregunta: ¿cuál es la mejor versión de Windows Server para mi organización? La respuesta depende de las necesidades, el hardware disponible y la estrategia de cada entorno (on-premise vs nube, requisitos de seguridad, etc.). A continuación, damos algunas recomendaciones generales:
Pequeñas empresas o entornos domésticos/laboratorio
Si usted es una pyme con uno o dos servidores físicos y no requiere lo último en características, Windows Server 2019 puede seguir resultando suficiente por su estabilidad y porque aún recibe parches hasta 2029. Sin embargo, considerando que Windows Server 2025 ofrece mejoras de seguridad importantes, es recomendable planificar la actualización a 2022 o 2025 en el mediano plazo. Para nuevas implementaciones, Windows Server 2022 puede ser una opción económica (su licencia podría costar un poco menos que 2025 inicialmente) y brinda 6 años más de soporte. No obstante, si el presupuesto lo permite, optar directamente por Windows Server 2025 Datacenter le dará la mayor longevidad de soporte y funcionalidades actualizadas pensadas para integración con Azure (muy útiles incluso para pequeños negocios que quieran, por ejemplo, copias de seguridad en la nube fácilmente). Además, 2025 incluye la opción de licenciamiento por suscripción de pago mensual, lo que puede ser atractivo para pequeñas empresas por sus bajos costos iniciales.
Grandes empresas y corporaciones con alta exigencia
Para organizaciones enterprise, la recomendación es moverse hacia Windows Server 2025 Datacenter tan pronto sea viable. Esta versión es la más segura y optimizada – ideal para entornos donde la protección de datos y la máxima disponibilidad son cruciales. Características como Hotpatching (cero downtime en parches), Credential Guard y las mejoras de Active Directory aportan valor inmediato en seguridad. Asimismo, el soporte prolongado hasta 2034 garantiza estabilidad a largo plazo para la infraestructura. Si su empresa ya está en Windows Server 2022, puede planificar la actualización en los próximos 1-2 años para beneficiarse de las nuevas funciones. Si todavía operan servidores en 2016 o 2019, la actualización es aún más apremiante: Windows Server 2016 solo tiene soporte hasta 2027 y carece de muchas protecciones modernas; Windows Server 2019 pierde soporte principal (no más mejoras) y su seguridad, si bien buena, no alcanza el nivel “Zero Trust” que promueve la versión 2025. En resumen, 2025 Datacenter es la mejor versión de Windows Server para grandes corporativos que quieran estar al día en tecnología y reducir riesgos, siempre y cuando sus aplicaciones sean compatibles. La mayoría de software diseñado para 2016/2019 funciona sin problemas en 2025, pero conviene verificar compatibilidad o aprovechar los modos de compatibilidad que ofrece Microsoft para aplicaciones heredadas.
Entornos con fuerte integración en la nube o escenarios híbridos
Windows Server 2025 brilla especialmente cuando se usa junto con Azure. Si su estrategia de TI está orientada a la nube híbrida, esta versión le facilitará la vida: el asistente de Azure Arc le permite unir sus servidores al panel de Azure en minutos, y desde allí usar servicios cloud para monitoreo, respaldo, actualizaciones y más. Incluso puede aprovechar licencias por uso a través de Arc para escalar servidores solo cuando los necesite (por ejemplo, levantar un servidor 2025 temporal en un mes pico y pagar solo por ese mes). Windows Server 2022 también ofrece integración híbrida, pero 2025 la lleva al siguiente nivel con mayor sencillez. Para organizaciones ya invertidas en Azure, Windows Server 2025 es la elección óptima para unificar la gestión de cargas locales y en la nube.
Usuarios individuales o desarrolladores
Aunque Windows Server está orientado a entornos empresariales, algunos profesionales de TI o desarrolladores montan laboratorios personales. En esos casos, aprovechar las versiones de evaluación de 180 días de Windows Server 2025 puede ser una buena manera de probar las novedades sin costo. Si se busca un entorno permanente pero económico, Windows Server 2022 Standard podría ser suficiente (por ejemplo, para montar un home lab de virtualización). Sin embargo, tenga en cuenta que Windows Server 2025 Datacenter incluye mejoras en contenedores y compatibilidad con herramientas modernas (como WinGet, Terminal, etc.) que resultan útiles también para desarrolladores. Además, la edición Essentials 2025 (para equipos con un solo CPU y hasta 10 núcleos) puede ser ideal para oficinas pequeñas o labs, si está disponible preinstalada en hardware OEM.
En conclusión...
Windows Server 2025 Datacenter representa un paso adelante significativo respecto a sus antecesores. Para quienes buscan la mejor versión de Windows Server en términos de novedades y futuro, 2025 es la respuesta obligada. Ofrece mejoras sustanciales en rendimiento (especialmente con hardware moderno), una seguridad endurecida por defecto que sigue el modelo Zero Trust, una integración híbrida sin precedentes con Azure, y la tranquilidad de tener soporte oficial durante la próxima década. Windows Server 2022 sigue siendo una alternativa sólida para entornos que prefieren esperar un poco antes de adoptar lo último, o que ya han estandarizado en 2022; pero sus diferencias frente a 2025 (como la ausencia de hotpatching general, SMB QUIC nativo, entre otras) pueden ser determinantes según el caso de uso. Por su parte, Windows Server 2019 y 2016 van quedando relegados principalmente a escenarios legados o donde no se ha podido actualizar todavía – conviene planear migraciones, ya que la brecha tecnológica entre esas versiones y 2025 es considerable, especialmente en seguridad.
Finalmente, al elegir la versión adecuada, piense en las necesidades a medio y largo plazo. Si su organización valora la seguridad avanzada, el rendimiento máximo y la alineación con la nube, Windows Server 2025 Datacenter será la mejor elección. Esta versión está pensada para ser “future-proof”, es decir, prepararlo para el mañana mientras satisface las demandas de hoy. Con Windows Server 2025, Microsoft ha entregado una plataforma de servidor lista para la próxima generación de TI, manteniendo la confiabilidad de siempre pero añadiendo las herramientas para afrontar los retos emergentes en infraestructura, desde la proliferación de datos hasta las amenazas de ciberseguridad y la adopción de la inteligencia artificial en el entorno empresarial. ¡Evalúe las novedades, aproveche las pruebas gratuitas y prepárese para llevar su infraestructura Windows Server al siguiente nivel con 2025!





