Alternativas a Microsoft Office: ¿Ahorras con LibreOffice o Google Docs?

¿Te has preguntado si usar alternativas a Microsoft Office como LibreOffice o Google Docs realmente te ayuda a ahorrar dinero? En muchas oficinas y hogares, Microsoft Office ha sido la suite ofimática de cabecera durante años. Sin embargo, las opciones gratuitas han mejorado mucho y es tentador pensar que se puede prescindir de la licencia de Office para ahorrar costes. En este análisis compararemos de forma clara y cercana qué tan viables son estas alternativas gratuitas a Microsoft Office y si en verdad resultan más económicas a largo plazo. Hablaremos de funcionalidades, productividad, compatibilidad de archivos, facilidad de uso, colaboración, posibles costos ocultos y experiencias de usuarios que han dado el salto. Al final, te ayudaremos a decidir cuál es la mejor opción para ti o tu empresa.

Alternativas a Microsoft OfficeAlternativas a Microsoft Office

LibreOffice y Google Docs: las alternativas gratuitas más populares

Cuando se habla de "alternativas a Microsoft Office", los primeros nombres que surgen son LibreOffice y Google Docs(parte de Google Workspace). Ambas plataformas representan las alternativas gratuitas a Microsoft Office más populares, aunque son muy diferentes entre sí:

  • LibreOffice: Es una suite ofimática de código abierto que se instala en tu computadora. Incluye aplicaciones equivalentes a Word, Excel y PowerPoint (llamadas Writer, Calc e Impress), además de otras herramientas como Base (base de datos) y Draw (dibujo). LibreOffice nació como bifurcación de OpenOffice y ha crecido con el apoyo de la comunidad. Su mayor atractivo es que es completamente gratis, incluso para uso comercial, y funciona sin conexión a internet. Muchos la ven como la "versión libre" de Office, ideal para quienes buscan una alternativa gratuita a Microsoft Office tradicional.
  • Google Docs/Sheets/Slides: Forma parte de la suite en la nube de Google. No necesitas instalar nada; accedes desde el navegador web (o apps móviles) a Documentos de Google (procesador de texto), Hojas de Cálculo de Google y Presentaciones de Google. Google Docs es gratuito para usuarios individuales con cuenta de Gmail y ofrece funcionalidades básicas directamente en la nube. Su punto fuerte es la colaboración en tiempo real: varias personas pueden editar el mismo documento simultáneamente. Es también una alternativa a Microsoft Office muy popular, especialmente en entornos educativos y entre pequeñas empresas o usuarios que valoran el trabajo en línea y compartido.
  • Otras alternativas: Existen otras suites ofimáticas (OnlyOffice, WPS Office, Apple iWork, etc.), pero en este artículo nos centraremos en LibreOffice y Google Docs por ser las más extendidas y representativas a la hora de buscar una alternativa gratuita a Microsoft Office.

Ser gratuitas es un gran punto a favor de estas plataformas. Pero ¿pueden realmente sustituir a Microsoft Office sin compromisos? Para responder, revisemos varios aspectos clave.

Comparativa funcional: ¿ofrecen lo mismo que Microsoft Office?

Veamos primero las capacidades de cada suite. Microsoft Office es muy completo, pero ¿en qué se parecen o diferencian sus rivales gratuitos?

Procesadores de texto (Word vs Writer vs Google Docs)

Microsoft Word es el referente en edición de documentos, con infinidad de funciones avanzadas de maquetación y edición (comentarios, revisión de cambios, combinación de correspondencia, gráficos, etc.). LibreOffice Writer ofrece todo lo esencial para redactar: estilos de texto, inserción de imágenes y tablas, creación de índices, control de cambios, entre otras. Cubre la mayoría de necesidades de un usuario promedio, aunque su interfaz es algo distinta a la de Word. Google Docs tiene una interfaz muy sencilla, con las herramientas básicas de formato y corrección ortográfica. Para documentos complejos se queda corto, pues carece de algunas opciones avanzadas presentes en Word (macros, referencias cruzadas complejas, diseño de página más sofisticado, etc.).

Hojas de cálculo (Excel vs Calc vs Google Sheets)

Microsoft Excel destaca por su potencia en análisis de datos. Maneja grandes volúmenes de información, ofrece numerosas funciones (fórmulas avanzadas, tablas dinámicas, gráficos) y permite automatizaciones mediante macros en Visual Basic (VBA). Es la herramienta de referencia en entornos financieros y de datos. LibreOffice Calc también soporta cálculos avanzados y macros (usa su propio lenguaje Basic o Python en lugar de VBA). En tareas comunes funciona de forma muy similar a Excel e incluso abre archivos .xlsx sin problema. No obstante, en usos muy exigentes Excel suele rendir mejor y presentar menos inconvenientes de compatibilidad (especialmente al trabajar con macros complejas o hojas de cálculo gigantes). Google Sheets, por su parte, brilla en la colaboración multiusuario y resulta suficiente para cálculos básicos y medianos. Sin embargo, tiene limitaciones en tamaño y funcionalidades frente a Excel, y no puede ejecutar macros de Excel (la automatización en Google se logra con Apps Script, un sistema diferente).

Presentaciones (PowerPoint vs Impress vs Google Slides)

Microsoft PowerPoint sobresale con sus plantillas profesionales, transiciones y animaciones avanzadas, además de herramientas de diseño asistido; por eso es el estándar en presentaciones. LibreOffice Impress permite crear presentaciones multimedia con animaciones básicas y plantillas sencillas, cumpliendo bien para usos simples. Pero ofrece menos opciones de diseño y puede tener problemas de compatibilidad con presentaciones de PowerPoint muy elaboradas (algunos efectos o formatos no se reproducen igual). Google Slides es útil para presentaciones simples y colaborativas, con menos efectos visuales que PowerPoint pero muy fácil de usar. Para presentaciones muy sofisticadas o de carácter corporativo, PowerPoint sigue siendo la opción más sólida.

Otras aplicaciones y extras

Microsoft Office incluye además programas adicionales: Outlook (correo electrónico y calendario), OneNote (notas digitales), Access (base de datos), Publisher (diseño editorial básico), y en Microsoft 365 se integra con servicios en la nube como OneDrive (almacenamiento) y Teams (comunicación). LibreOffice, aparte de Writer, Calc e Impress, ofrece Base (base de datos estilo Access) y Draw (gráficos y diagramas). No incluye cliente de correo ni equivalente a OneNote o Teams. En el ecosistema Google, junto a Docs/Sheets/Slides se utilizan servicios como Gmail, Google Drive, Google Meet, Keep, etc., aunque estos funcionan de manera separada. Cabe mencionar que Microsoft Office está incorporando herramientas de inteligencia artificial (por ejemplo, sugerencias gramaticales avanzadas o el futuro asistente Copilot), mientras que LibreOffice opta por un estilo más tradicional y ligero.

En resumen, LibreOffice logra cubrir la mayoría de funciones tradicionales de Office, y Google Docs/Sheets/Slides cubre lo básico priorizando la colaboración. Pero si necesitas un conjunto muy amplio de herramientas o características avanzadas específicas, Microsoft Office sigue teniendo la ventaja en profundidad y variedad.

Colaboración en tiempo real y trabajo en equipo

La colaboración es un punto clave hoy en día. Google Docs se hizo popular precisamente por permitir la edición simultánea: varias personas pueden trabajar sobre un documento a la vez, viendo los cambios en tiempo real y con un historial de versiones siempre guardado. Para equipos distribuidos o proyectos compartidos, esta experiencia de co-edición fluida ha sido revolucionaria.

Microsoft Office también ofrece coautoría en documentos, especialmente con la versión de suscripción Microsoft 365. Si almacenas los archivos en OneDrive o SharePoint, varias personas pueden editar juntos un Word, Excel o PowerPoint. En la práctica funciona bien, aunque algunos usuarios lo encuentran un poco menos intuitivo que la colaboración de Google (por ejemplo, ciertas funciones avanzadas no están disponibles mientras se coedita). Aun así, es un gran avance comparado con el antiguo método de enviar archivos por correo y juntar cambios manualmente. Además, herramientas como Microsoft Teams se integran con Office para facilitar que varios usuarios trabajen sobre un documento compartido durante reuniones o chats.

LibreOffice, al ser una suite instalada localmente, carece de una plataforma nativa para edición colaborativa en tiempo real. Generalmente, si varias personas necesitan trabajar en un archivo de Writer o Calc, deben hacerlo de forma secuencial (usando control de cambios para registrar las modificaciones de cada uno, o repartiéndose el trabajo) ya que no pueden editar simultáneamente el mismo fichero sin recurrir a soluciones externas especializadas (como LibreOffice Online en un servidor, algo poco común para el usuario promedio).

Accesibilidad de los documentos

También es importante la accesibilidad de los documentos. Con Office 365 y Google Drive, tus archivos se sincronizan en la nube, por lo que puedes empezar a editar en la oficina y continuar en casa desde otro dispositivo fácilmente. En LibreOffice, al ser offline, dependes de llevar contigo los archivos o almacenarlos manualmente en algún servicio de nube (no integrado automáticamente).

En resumen, Google ofrece la experiencia más simple y robusta para trabajar en equipo en línea. Microsoft ha mejorado muchísimo en este terreno integrando OneDrive/SharePoint y permite colaboración, aunque con alguna fricción más que Google en ciertos casos. LibreOffice está pensado principalmente para trabajo individual offline; si tu prioridad es la edición colaborativa en tiempo real, las opciones basadas en la nube (Google o Office 365) llevan ventaja clara.

LibreOffice o Google DocsLibreOffice o Google Docs

Compatibilidad de formatos y archivos

Otro factor crucial es cómo se intercambian archivos entre suites. Los formatos de Microsoft Office – DOCX, XLSX, PPTX – se han vuelto estándar en muchos ámbitos.

LibreOffice

Puede abrir y guardar archivos en estos formatos de Office. En documentos sencillos, la interoperabilidad es muy buena. Pero en archivos complejos es frecuente encontrar pequeños desajustes de formato: por ejemplo, saltos de página que cambian, fuentes que se sustituyen por no estar disponibles, gráficos o tablas descolocados ligeramente o problemas para ejecutar macros de Excel. En otras palabras, la compatibilidad de LibreOffice con formatos de Microsoft es alta pero no perfecta. En especial, los documentos de Word muy elaborados, las presentaciones de PowerPoint con efectos avanzados o las hojas de cálculo de Excel con macros VBA suelen requerir algún retoque al abrirse en LibreOffice.

Google Docs/Sheets/Slides

También maneja formatos de Office: puedes subir un .docx o .xlsx a Google Drive y abrirlo con las aplicaciones de Google. No obstante, suele haber limitaciones. Para trabajar cómodamente, a veces conviene convertir esos archivos al formato de Google (Docs, Sheets, Slides), lo cual puede hacer que se pierda algo de formato o ciertas funcionalidades no se conviertan bien. Si decides no convertir y editar directamente en formato Office desde Google, las herramientas disponibles son más básicas y es posible que al final debas exportar y retocar el archivo. En general, Google Workspace funciona mejor cuando todos los colaboradores usan el formato nativo de Google; si luego debes entregar un Word o PowerPoint, es probable que tengas que ajustar detalles después de la conversión.

La compatibilidad inversa también puede ser problemática: Microsoft Office puede abrir archivos en formato abierto ODF (como .odt de LibreOffice), pero a veces con alteraciones en el diseño o funcionalidades no soportadas. Por eso, en entornos donde se mezcla software, muchos terminan utilizando PDF para documentos finalizados o simplemente acordando usar los formatos de Microsoft para evitar sorpresas.

En conclusión, la mejor compatibilidad se logra cuando todos usan la misma suite. Si compartes constantemente documentos con gente que usa Office, las alternativas gratuitas pueden implicar invertir tiempo extra en correcciones de formato. Este es un punto importante a evaluar: aunque LibreOffice y Google Docs hagan un trabajo admirable en interoperabilidad, todavía no garantizan una reproducción 100% fiel en todos los casos, especialmente en escenarios profesionales exigentes.

Rendimiento y requisitos técnicos

En cuanto al desempeño, cada solución tiene sus particularidades:

  • Microsoft Office: Las aplicaciones de Office (Word, Excel, etc.) han mejorado su eficiencia, pero siguen requiriendo un equipo relativamente moderno para un rendimiento óptimo. En un PC actual funcionan de forma fluida, incluso con documentos grandes, aprovechando bien los recursos de hardware. Excel, por ejemplo, puede manejar hojas de cálculo enormes mejor que muchas otras herramientas, siempre que el ordenador tenga suficiente memoria. Además, Office de escritorio no depende de internet para funcionar, salvo para características como almacenamiento en OneDrive o coautoría en línea.
  • LibreOffice: Es bastante ligero en recursos. Funciona adecuadamente incluso en equipos antiguos o con especificaciones modestas, tanto en Windows como en Linux. Para documentos de tamaño estándar, su rendimiento es comparable al de Office. Puede tardar un poco más en abrir archivos muy pesados de Office, pero en general la diferencia no es grande. Una ventaja clara es que no requiere conexión a internet en absoluto: puedes trabajar con LibreOffice en cualquier momento y lugar sin preocuparte por la conectividad.
  • Google Docs/Sheets/Slides: Al ser aplicaciones web, dependen totalmente de la conexión a internet y del navegador. En un equipo modesto con buena conexión, suelen ir fluidos para tareas normales, ya que gran parte del procesamiento se realiza en los servidores de Google. Sin embargo, con archivos muy grandes o complejos, la experiencia puede volverse lenta o incluso encontrarse con límites (por ejemplo, Google Sheets tiene un número máximo de celdas por hoja). Asimismo, si tu conexión es lenta o inestable, trabajar en Google Docs puede ser frustrante, con retardos o la imposibilidad de acceder a tus documentos hasta volver a tener internet. Es posible habilitar un modo sin conexión (guardando archivos localmente mediante Chrome), pero es algo limitado y requiere previsión.

En resumen, las tres plataformas funcionan bien para documentos de tamaño y complejidad promedio. Microsoft Office aprovecha mejor un hardware potente y maneja cargas pesadas con más solidez; LibreOffice ofrece un buen rendimiento incluso sin equipos de última generación; Google Docs brinda flexibilidad desde cualquier dispositivo pero está supeditado a la calidad de la conexión.

Soporte técnico y comunidad

El soporte disponible puede influir en la tranquilidad del usuario:

  • Microsoft Office: Al ser de pago, Microsoft ofrece soporte técnico oficial a sus usuarios (especialmente empresas con suscripciones). Existe abundante documentación, tutoriales e incluso cursos de certificación en Office. Ante un problema, cuentas con actualizaciones periódicas y canales de ayuda formal. Además, la comunidad de usuarios es enorme; es fácil encontrar solución a dudas o errores comunes buscando en foros o páginas especializadas.
  • LibreOffice: Al ser software libre y gratuito, se sustenta en la comunidad. No hay un call center de LibreOffice, pero sí foros, listas de correo y una documentación en línea muy completa. Muchos usuarios expertos ayudan voluntariamente con preguntas técnicas. Para empresas grandes, existen compañías como Collabora que ofrecen versiones de LibreOffice con soporte profesional de pago. En general, para un usuario doméstico o pyme, el modelo comunitario suele ser suficiente siempre que esté dispuesto a buscar y leer soluciones por su cuenta.
  • Google Docs/Workspace: Los usuarios gratuitos dependen del Centro de Ayuda de Google y de foros comunitarios para resolver incidencias. Las empresas que pagan Google Workspace, en cambio, sí cuentan con soporte técnico directo de Google, con tiempos de respuesta según el nivel de servicio contratado. La documentación oficial de Google también es bastante clara y accesible en la web. En resumen, si tienes una suscripción de pago con Google o Microsoft, dispondrás de soporte formal; con LibreOffice o con Google en su versión gratuita, la autoayuda y la comunidad serán tus aliados principales.

Costos: ¿gratis realmente sale gratis?

Llegamos al punto del coste. LibreOffice y la versión básica de Google Docs no tienen costo de licencia: son herramientas gratuitas. Microsoft Office, en cambio, requiere comprar una licencia o pagar una suscripción (Microsoft 365). A simple vista, usar alternativas gratuitas significa ahorrarse ese dinero. Pero es importante mirar más allá del precio inicial, porque puede haber costos ocultos a considerar:

Curva de aprendizaje y productividad

Pasar de Microsoft Office a otra suite puede requerir capacitación y un período de adaptación. Aunque LibreOffice y Google Docs no son difíciles, siempre hay diferencias (ubicación de comandos, métodos abreviados, etc.). Durante ese tiempo de aprendizaje, es probable que la productividad disminuya un poco. Las tareas pueden llevar más tiempo hasta que domines la nueva herramienta. Ese costo en horas invertidas debe tomarse en cuenta.

Compatibilidad y retrabajo

Si colaboradores, clientes o socios siguen usando Office, posiblemente tengas que ajustar documentos al compartirlos. Puede que un archivo que creaste en LibreOffice pierda el formato cuando lo abre alguien en Word, obligándote a corregirlo, o que la hoja de cálculo exportada de Google Sheets necesite retoques en Excel. Este retrabajo consume tiempo. En ciertos casos, incluso podrías enfrentar errores o datos mal interpretados por incompatibilidades, lo cual es aún peor. Todo esto son costos indirectos que restan al supuesto ahorro.

Soporte y mantenimiento

Con las opciones gratuitas, no tienes un soporte técnico dedicado por parte del proveedor. Si surge un problema serio, tendrás que resolverlo por tus medios (buscando en foros, esperando respuestas de la comunidad) o contratar a un especialista. En una empresa, esto puede significar horas de un departamento de TI lidiando con un inconveniente en LibreOffice, cuando con Office tal vez un parche oficial lo habría resuelto antes.

Al final, el precio de la licencia es solo una parte de la ecuación. Para un usuario individual con necesidades simples, seguramente LibreOffice o Google Docs le rendirán muy bien sin gastar nada. Pero en un entorno donde la productividad, la compatibilidad y el soporte son críticos, esos "ahorros" pueden diluirse. De hecho, muchas organizaciones han concluido que Microsoft Office termina siendo más rentable a largo plazo porque previene problemas y les permite trabajar de forma más eficiente.

Tabla comparativa: A continuación resumimos los principales aspectos de cada suite:

AspectoMicrosoft OfficeLibreOfficeGoogle Docs (Workspace)
Costo inicialPago (licencia o suscripción)GratisGratis (para usuarios individuales)
Colaboración simultáneaSí (con OneDrive/Office 365)No (salvo herramientas externas en servidor)Sí (nativo en la nube)
Funciona sin conexiónSí (versión de escritorio)Sí (aplicación de escritorio)Parcial (requiere internet; modo offline limitado)
Compatibilidad con formatos de OfficeNativa (100% con DOCX, XLSX, etc.)Alta, pero con posibles desajustes en archivos complejosBuena en archivos simples; riesgo de fallos en avanzados
Funciones avanzadas (macros, etc.)Completas (VBA, complementos, etc.)Tiene macros propias (Basic/Python; compatibilidad limitada con VBA)Limitadas (no soporta macros de Office)
Aplicaciones incluidasWord, Excel, PowerPoint, Outlook, OneNote, Access...Writer, Calc, Impress, Base, Draw (no incluye cliente de correo)Docs, Sheets, Slides, Forms (Gmail, Drive, Meet por separado)
Soporte técnicoOficial (Microsoft) + amplia comunidadComunidad y foros (soporte profesional externo opcional)Ayuda en línea (soporte formal solo en versión de pago)
Plataformas compatiblesWindows, macOS (apps); Web; Android/iOS (apps móviles)Windows, macOS, Linux (escritorio)Cualquier SO (vía web); apps en Android/iOS
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Casos prácticos: experiencias al cambiar de plataforma

Para ilustrar lo anterior, veamos algunos casos ficticios (basados en situaciones reales comunes) de usuarios o empresas que probaron estas alternativas:

Caso 1: Pyme migra de Microsoft Office a LibreOffice buscando ahorro.

Imaginemos una pequeña empresa de 20 empleados que decide no pagar más suscripciones de Office y cambia todo a LibreOffice. Al principio, todo funciona: pueden abrir y editar sus documentos existentes de Word y Excel. La gerencia está satisfecha por el ahorro. Pero con las semanas, surgen pequeñas frustraciones: la secretaria nota que al abrir en Writer ciertos documentos de Word, el formato se desajusta y pierde tiempo corrigiéndolo antes de enviarlos. El contador tenía macros de Excel para automatizar reportes; en Calc no corren, así que debe recrearlas o hacer esos cálculos manualmente (termina usando Excel de todas formas para esas tareas críticas). Los vendedores envían cotizaciones en formato DOCX, y algunos clientes respondieron que el archivo se veía extraño en Word – producto de incompatibilidades menores. Seis meses después, la empresa concluye que si bien ahorró en licencias, perdió demasiadas horas en ajustes y solucionando inconvenientes. Finalmente deciden volver a Microsoft Office (adquieren Microsoft 365 para empresas) y todo el equipo siente alivio al retomar la herramienta conocida. Aprendieron que la alternativa a Microsoft Office les salió más costosa en productividad.

Caso 2: Equipo creativo trabaja con Google Docs pero necesita Office para entregas.

Ahora pensemos en un equipo de marketing con miembros en varias ciudades. Ellos adoptaron Google Docs/Sheets porque la colaboración en línea es vital para ellos. Durante la preparación interna de propuestas trabajan de maravilla: todos editan el mismo documento a la vez, evitando interminables cadenas de emails. Sin embargo, cuando deben entregar el resultado al cliente, éste suele pedir los archivos en formato Office tradicional para poder editarlos. El equipo entonces exporta sus documentos de Google a Word o PowerPoint. Ahí notan detalles que ajustar: fuentes que cambiaron, imágenes fuera de lugar o animaciones que no se traspasan. Deben dedicar tiempo extra a revisar y pulir esos archivos antes de enviarlos. Además, descubrieron que para análisis de datos más pesados, Google Sheets se quedaba corto y terminaron utilizando Excel para ciertas tareas complejas. En conclusión, este equipo aprovecha Google Docs para la colaboración diaria, pero depende de Microsoft Office para el paso final de entregar trabajos bien formateados y compatibles con cualquier cliente.

Caso 3: Una institución pública vuelve a Microsoft Office tras probar LibreOffice.

Inspirado en hechos reales, imaginemos un ayuntamiento que migra sus miles de PCs a Linux con LibreOffice para ahorrar en licencias. Al inicio, la medida ahorra mucho dinero y se promueve la soberanía tecnológica. Pero pronto surgen dificultades prácticas: al intercambiar documentos con otras entidades externas que usan Office, se producen constantes problemas de formato; muchos empleados, habituados por años a Word y Excel, se sienten incómodos o menos eficientes con LibreOffice a pesar de la formación recibida; algunas macros y plantillas vitales para trámites internos dejan de funcionar correctamente. Tras un par de años de productividad reducida y quejas de los departamentos, la institución decide revertir la migración y vuelve a Windows y Microsoft Office. Concluyen que, aunque LibreOffice era una alternativa gratuita a Microsoft Office muy capaz, el entorno mixto y las necesidades específicas hacían que la suite de Microsoft fuera la opción más fiable para mantener la eficiencia.

Como vemos, no siempre la experiencia de cambiar es negativa en todos los aspectos (por ejemplo, la colaboración en Google realmente mejoró la dinámica del equipo creativo). Pero sí hay patrones: en entornos donde la compatibilidad externa y las funciones avanzadas son cruciales, las alternativas gratuitas tienden a quedarse cortas y terminan generando costes indirectos.

Conclusión: ¿realmente ahorras con las alternativas gratuitas?

LibreOffice y Google Docs son alternativas a Microsoft Office válidas y muy capaces, cada una con sus fortalezas. LibreOffice brinda una suite ofimática tradicional completa sin costo, ideal si necesitas trabajar offline y quieres independencia de proveedores. Google Docs ofrece flexibilidad en la nube y colaboración en tiempo real insuperable, perfecta para trabajo en equipo distribuido. Si tu presupuesto es cero o tus exigencias son básicas, estas opciones pueden cumplir con creces.

Sin embargo, tras profundizar en comparativas y casos, queda claro que Microsoft Office sigue siendo la solución más completa y, a largo plazo, rentable en la mayoría de escenarios profesionales. La suite de Microsoft ofrece la mayor compatibilidad, un abanico amplísimo de funciones y aplicaciones, y un soporte sólido, lo que se traduce en eficiencia y tranquilidad. Lo "gratis" a veces puede salir caro en tiempo y dolores de cabeza. En cambio, invertir en Office garantiza una herramienta robusta, conocida por todos y optimizada para maximizar la productividad.

En resumen, puedes ahorrar dinero a corto plazo usando LibreOffice o Google Docs, pero debes considerar los posibles costes colaterales. Para muchos usuarios y empresas, la rentabilidad a largo plazo de Microsoft Office compensa con creces su precio. Si buscas minimizar inconvenientes y enfocarte en el resultado, Office es una apuesta segura.

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