Visual Studio 2017, 2019 y 2022: Comparativa completa
Visual Studio es el entorno de desarrollo integrado (IDE) insignia de Microsoft, utilizado por desarrolladores para crear aplicaciones de escritorio, web, móviles y más en una amplia variedad de lenguajes. En este blog compararemos las versiones Visual Studio 2017, Visual Studio 2019 y Visual Studio 2022 desde un enfoque general, analizando sus diferencias clave en rendimiento, compatibilidad, nuevas características, herramientas de desarrollo, lenguajes soportados y experiencia de usuario.
También exploraremos cómo ha evolucionado el entorno de desarrollo a lo largo de estas versiones, incluyendo mejoras en depuración, integración con Git y otras herramientas colaborativas, así como el soporte para tecnologías modernas (.NET, C++, desarrollo web/móvil) y arquitecturas de hardware recientes como ARM64 o la transición a 64 bits. El objetivo es brindar una comparación accesible para desarrolladores de todos los niveles, mostrando cómo cada versión ha aportado mejoras significativas sin abrumar con detalles excesivamente técnicos.
Rendimiento y arquitectura del IDE
Arquitectura 64 bits en Visual Studio 2022
Una de las diferencias más notorias es que Visual Studio 2022 es la primera edición del IDE en ejecutarse como aplicación de 64 bits. En versiones previas (2017 y 2019), Visual Studio era un proceso de 32 bits, lo que limitaba el uso de memoria a ~4 GB. Con Visual Studio 2022, este límite desaparece, permitiendo aprovechar todo el potencial de la memoria RAM disponible en los equipos modernos. Esto se traduce en que podemos abrir, editar, ejecutar y depurar soluciones de gran tamaño (con cientos de proyectos y miles de archivos) sin que el IDE se quede sin memoria ni se cierre inesperadamente. Para proyectos pequeños o medianos quizás no se note gran diferencia, pero en entornos corporativos con bases de código enormes la arquitectura de 64 bits aporta una mayor estabilidad y rendimiento. Es importante destacar que, aunque el IDE ahora es de 64 bits, sigue siendo posible desarrollar aplicaciones de 32 bits con Visual Studio 2022 – es decir, la capacidad de compilar software destinado a x86 se mantiene; el cambio de arquitectura afecta al IDE en sí y no impide crear aplicaciones de 32 bits.
Mejoras de rendimiento progresivas
Cada nueva versión de Visual Studio ha introducido optimizaciones para hacer más ágil la experiencia de desarrollo. Visual Studio 2017 ya supuso mejoras respecto a sus antecesores, con tiempos de arranque más rápidos y una instalación modular más ligera. En 2017 se introdujo un instalador “ligero” que permite seleccionar únicamente las cargas de trabajo y componentes necesarios, reduciendo así el peso inicial y mejorando la velocidad de instalación y actualización. Visual Studio 2019 continuó esta tendencia optimizando aún más los tiempos de carga de soluciones y la responsividad de la interfaz. Por ejemplo, Visual Studio 2019 agregó la característica de Solution Filters (filtros de solución, con extensiones .slnf), que permite cargar una solución grande de forma parcial – es decir, abrir una solución sin cargar todos sus proyectos, sino solo un subconjunto seleccionado. Esto acelera enormemente la carga inicial cuando uno solo necesita trabajar en algunos proyectos específicos dentro de una solución masiva. Asimismo, VS 2019 incluyó la descarga de actualizaciones en segundo plano (mientras el IDE está inactivo), de modo que mantener el entorno actualizado resulta más rápido y no interrumpe nuestro trabajo.
Visual Studio 2022 lleva más allá las optimizaciones de rendimiento en áreas concretas. Un ejemplo destacado es la función “Buscar en archivos”, cuya velocidad se ha incrementado significativamente: localizar texto en el código es ahora hasta 2 o 3 veces más rápido en VS 2022 comparado con VS 2019, especialmente en soluciones de gran tamaño. Esto ahorra tiempo a la hora de navegar por una base de código extensa. Otras operaciones habituales también se han beneficiado de la mayor disponibilidad de memoria y mejoras internas, haciendo que el IDE se sienta fluido incluso en escenarios exigentes. Cabe mencionar que VS 2022, al aprovechar hardware moderno, puede llegar a consumir más memoria absoluta si está trabajando con proyectos muy grandes, pero a cambio evita cuellos de botella y bloqueos que antes ocurrían bajo alta carga. En resumen, en términos de rendimiento bruto y capacidad de escalar a proyectos complejos, Visual Studio 2022 ofrece la experiencia más sólida, seguido de un VS 2019 que ya mejoraba varios aspectos respecto a 2017. No obstante, para proyectos sencillos todas estas versiones proporcionan un desempeño adecuado; la diferencia se hace patente conforme aumentan la escala y complejidad de las soluciones.
Compatibilidad de proyectos y entornos
La compatibilidad es un aspecto crucial al comparar estas versiones, pues muchos desarrolladores necesitan trabajar con proyectos existentes y diversos entornos. Afortunadamente, Microsoft ha procurado que Visual Studio 2017, 2019 y 2022 coexistan sin conflictos y que los proyectos puedan moverse entre ellas con relativa facilidad. Es totalmente posible instalar y usar las tres versiones en paralelo en un mismo equipo (por ejemplo, tener VS 2017, VS 2019 y VS 2022 todas instaladas) gracias a que cada una usa su propio conjunto de herramientas y no interfiere con las demás. Esto resulta útil si se debe mantener un proyecto antiguo en una versión anterior mientras se usa la versión más nueva para otros desarrollos.
Compatibilidad de proyectos
En cuanto a compatibilidad de proyectos, Visual Studio 2019 puede abrir directamente la mayoría de soluciones creadas en VS 2017 sin requerir conversión, y Visual Studio 2022 a su vez soporta proyectos de 2019 y 2017. Los formatos de proyecto (.sln y archivos .csproj, .vcxproj, etc.) no cambiaron radicalmente; por ejemplo, los proyectos .NET estándar o de C++ creados en 2017 suelen abrirse en 2019/2022 simplemente seleccionándolos. Puede haber casos donde proyectos muy antiguos o ciertas plantillas depreciadas necesiten actualización (Visual Studio señala si requiere actualizar algún componente de proyecto al abrirlo en una versión más reciente), pero en general la transición es fluida. Al revés, abrir en VS 2017 un proyecto creado originalmente en VS 2019 o 2022 también suele ser posible si el proyecto en sí utiliza herramientas y configuraciones compatibles. Sin embargo, las funcionalidades nuevas de los IDE más recientes (por ejemplo, herramientas específicas de .NET 6 solo presentes en VS 2022) no estarán disponibles en versiones anteriores. En escenarios de C++, cada versión viene con un toolset (conjunto de compilador y librerías) distinto – v141 para VS 2017, v142 para VS 2019, v143 para VS 2022 – de modo que si abrimos en VS 2017 una solución que fue configurada con el toolset de VS 2019, habría que retargetearla al toolset disponible más cercano. Aun así, Visual Studio permite tener instalados múltiples toolsets, y VS 2022 incluye los compiladores de VS 2019 para facilitar compatibilidad hacia atrás en C++.
Compatibilidad con el sistema operativo
La compatibilidad con el sistema operativo es otro punto a considerar. Visual Studio 2017 y Visual Studio 2019 soportan su instalación en sistemas operativos relativamente antiguos – por ejemplo, VS 2017 se podía instalar en Windows 7 SP1 y Windows 8.1, y VS 2019 también ofreció soporte para Windows 8.1 y Windows 10. En cambio, Visual Studio 2022 requiere un entorno más moderno: está soportado únicamente en Windows 10 (actualizaciones recientes) y Windows 11, además de las ediciones de Windows Server equivalentes. Esto significa que, si un desarrollador trabaja en una máquina con Windows 7 u 8, no podrá usar VS 2022 allí y tendría que permanecer en VS 2019 como tope. En la práctica, la mayoría de desarrolladores ya migraron a Windows 10/11, pero es un factor de compatibilidad a mencionar.
Compatibilidad con extensiones y ecosistema
Por último, hay que señalar la compatibilidad en cuanto a extensiones y ecosistema: Visual Studio dispone de un Marketplace con miles de extensiones de terceros que amplían sus capacidades (herramientas de análisis, controles UI, integraciones, etc.). Debido a cambios internos en Visual Studio 2022 (sobre todo por el salto a 64 bits), las extensiones desarrolladas para VS 2017/2019 necesitan ser actualizadas por sus autores para funcionar en VS 2022. Durante los primeros meses de VS 2022, no todas las extensiones populares estaban disponibles de inmediato, aunque con el tiempo la mayoría se han ido adaptando. En contraste, VS 2019 podía utilizar prácticamente cualquier extensión hecha para VS 2017 con poca o ninguna modificación. Esto es algo a tener en mente si en su flujo de trabajo depende de una extensión específica: conviene comprobar si está soportada en VS 2022 o si existe una alternativa equivalente. En general, Microsoft trabajó con los proveedores de extensiones para facilitar la migración al nuevo modelo de 64 bits, y hoy en día Visual Studio 2022 cuenta con soporte para la gran mayoría de complementos esenciales, pero la transición inicial marcó una diferencia en compatibilidad de extensiones frente a VS 2019.


Experiencia de usuario e interfaz
En cuanto a la experiencia de usuario, cada versión de Visual Studio ha refinado la interfaz y agregado mejoras para hacer el entorno más cómodo e intuitivo. Visual Studio 2017 introdujo una interfaz continuista respecto a 2015 pero más pulida, y especialmente trajo consigo un Start Page (página de inicio) simplificada y una instalación por workloads(cargas de trabajo) que mejoró la usabilidad desde el primer contacto. También incorporó ajustes para aprovechar mejor pantallas de alta resolución y un rendimiento de renderizado más suave en el editor de código.
Visual Studio 2019 modernizó aún más la experiencia: una de las primeras cosas que notará un usuario de VS 2019 es la nueva pantalla de inicio (Start Window) al abrir el IDE, en la cual se presentan opciones claras para clonar un repositorio de código, abrir un proyecto existente o crear uno nuevo desde plantillas. Esto contrasta con VS 2017, donde la página de inicio era un documento dentro del IDE con vínculos y noticias. En VS 2019 la ventana de inicio es independiente y está enfocada en arrancar rápidamente en lo que necesitas hacer. Además, Visual Studio 2019 incorporó un cuadro de búsqueda rápida (ubicado en la esquina superior, antes llamado Quick Launch) mucho más potente y visible. Esta búsqueda unificada permite encontrar comandos, configuraciones, archivos e incluso paquetes de NuGet o extensiones simplemente tecleando palabras clave, con resultados que aparecen al instante mientras se escribe. La búsqueda de VS 2019 es tolerante a errores ortográficos y muestra atajos de teclado junto a los comandos encontrados para ayudar al usuario a aprenderlos. Esta mejora de búsqueda hace que navegar por las funciones del IDE sea más fácil, especialmente para desarrolladores nuevos que no recuerdan dónde está cada opción en los menús.
Soporte para monitores con distintos DPI
Otro avance con VS 2019 fue el soporte para monitores con distintos DPI (per-monitor DPI awareness). Antes, si uno movía la ventana de Visual Studio entre pantallas de distinta escala (por ejemplo, del laptop a un monitor externo 4K con escalado), la interfaz podía verse borrosa o con tamaño incorrecto. VS 2019 resolvió esto: ahora el IDE se renderiza adecuadamente en cada pantalla, asegurando textos nítidos y tamaños correctos en configuraciones multi-monitor, lo cual mejora la experiencia de usuario para quienes utilizan estaciones de trabajo con múltiples pantallas.
Visual Studio 2022, además del gran cambio arquitectónico, llegó con una serie de ajustes visuales y de usabilidad. Microsoft renovó los íconos de toda la aplicación, adoptando un estilo más limpio y de mayor contraste para mejorar la legibilidad. También introdujo una nueva fuente predeterminada para el editor de código: Cascadia Code, una tipografía diseñada para desarrolladores con ligaduras opcionales y excelente claridad en pantalla, que sustituye a la clásica Consolas de versiones previas. Estos cambios, aunque sutiles, contribuyen a que la interfaz se sienta más moderna y agradable a la vista tras muchas horas de codificación. En VS 2022 se añadieron más opciones de personalización de la interfaz, permitiendo por ejemplo ajustar el espacio entre íconos, elegir temas de color mejorados y alternar rápidamente configuraciones para adecuar el entorno a las preferencias de cada usuario. La accesibilidad también siguió mejorando: VS 2022 es más accesible para personas con discapacidades, con mejor soporte para lectores de pantalla, contraste mejorado en temas oscuros y claros, y posibilidad de personalizar colores para daltónicos, etc. Todas estas mejoras buscan que el IDE sea cómodo y usable para la mayor cantidad de desarrolladores, sin importar su experiencia o necesidades especiales.
En resumen, la experiencia de usuario ha evolucionado haciéndose más ágil y personalizable de 2017 a 2022. Donde VS 2017 ya era un IDE maduro, VS 2019 lo hizo más eficiente con una búsqueda unificada y un flujo de inicio orientado a la productividad, y VS 2022 pulió la interfaz con iconografía nueva, mejor soporte para altas resoluciones y opciones de personalización, manteniendo a Visual Studio como un entorno familiar pero adaptado a las expectativas de la era moderna.
Herramientas de desarrollo y nuevas funcionalidades
Cada versión de Visual Studio ha introducido nuevas herramientas y funciones pensadas para mejorar la productividad del desarrollador durante la codificación. Visual Studio 2017 ya trajo consigo una amplia gama de características como la integración del analizador Roslyn para proporcionar refactorizaciones y correcciones rápidas en C# y VB, la capacidad de abrir carpetas con código sin crear proyectos (muy útil para trabajar con código fuente C++ mediante CMake o proyectos sencillos), y mejoras en IntelliSense y la navegación por el código (Go To Definition, Find All References más rápidos, etc.). VS 2017 también incorporó Live Unit Testing (en la edición Enterprise), una innovadora función que ejecuta las pruebas unitarias en segundo plano conforme el desarrollador escribe código, mostrando inmediatamente si un cambio rompe alguna prueba – una ayuda valiosa para mantener alta calidad en tiempo real.
Con Visual Studio 2019, Microsoft introdujo varias novedades destacadas en las herramientas de desarrollo:
IntelliCode (IA en el código)
VS 2019 fue la primera versión en integrar IntelliCode, un asistente de programación basado en inteligencia artificial. IntelliCode analiza miles de proyectos de código abierto para aprender patrones comunes y sugiere completaciones de código inteligentes. En VS 2019, inicialmente ofrecía sugerencias inteligentes para C# (y en extensiones para C++ y otros lenguajes) priorizando entre las opciones de IntelliSense las más probables según el contexto y las prácticas habituales. Esto ayuda a escribir código más rápido y con menores errores, ya que el IDE “adivina” lo que probablemente necesitas. Por ejemplo, al llamar a una API de .NET, IntelliCode ordena las sugerencias poniendo en primer lugar los métodos más usados con ese objeto. En Visual Studio 2022, IntelliCode dio un paso más, pudiendo incluso completar líneas enteras de códigoautomáticamente. Es decir, con VS 2022 el IDE puede sugerir no solo la siguiente palabra o nombre de variable, sino una línea completa basada en el contexto, que el desarrollador puede aceptar con la tecla Tab. Esto acelera aún más la escritura de código repetitivo o con patrones reconocibles.
Limpieza de código con un clic
VS 2019 añadió el botón de Code Cleanup (limpieza de código) junto al indicador de salud del documento (el iconito de la bombilla/escoba en la barra inferior). Con esta función, el desarrollador puede aplicar de forma automática un conjunto de refactorizaciones y formateos predefinidos para mejorar la calidad del código con un solo clic. Por ejemplo, se pueden configurar reglas para quitar usings no utilizados, ordenar espacios en blanco, aplicar formatos según la convención del proyecto, etc., y luego ejecutar todo eso de una vez sobre el documento actual. Visual Studio 2017 requería en muchos casos aplicar cada refactorización manualmente; con VS 2019, la limpieza automática agiliza el proceso de mantener un código limpio y consistente. Además, se pueden guardar distintos perfiles de limpieza (uno más ligero para usar frecuentemente y otro más exhaustivo antes de hacer pull requests, por ejemplo).
Nuevas refactorizaciones y ajustes de código
Aprovechando las capacidades de la plataforma Roslyn, VS 2019 agregó decenas de pequeñas refactorizaciones para C# y otros lenguajes. Por ejemplo, acciones para convertir bucles foreach en consultas LINQ, mover miembros de una clase a una interfaz o clase base, ajustar automáticamente namespaces para que coincidan con la estructura de carpetas, y más. Estas sugerencias aparecen mediante el icono de bombilla cuando Visual Studio detecta oportunidades de mejora en el código. VS 2017 ya ofrecía varias refactorizaciones básicas, pero VS 2019 amplió considerablemente la colección. Visual Studio 2022 continúa en esta línea incorporando las refactorizaciones más recientes que acompañan las nuevas versiones de C# (por ejemplo, ayudas para simplificar using con la nueva sintaxis global, refactorizar patrones switch, etc., propias de C# 9/10).
Búsqueda y navegación mejorada
Además de la mencionada búsqueda global en la interfaz (Quick Search), VS 2019 introdujo mejoras en la navegación por código, como la vista Go To All (Ctrl+T) más rápida para encontrar archivos, tipos o símbolos en la solución, con filtros para acotar resultados. También se mejoró la vista de Peek Definition (que muestra una definición de función inline sin abandonar el archivo actual). Visual Studio 2022, a su vez, añadió búsqueda indexada opcional en archivos, que construye un índice en segundo plano para acelerar aún más las búsquedas de texto en soluciones enormes, y la característica Ver código mientras busca (Code Search Preview) que permite ver fragmentos de resultados de búsqueda sin tener que abrir cada archivo.
Herramientas de pruebas y análisis
Visual Studio 2019 actualizó la Ventana de Pruebas (Test Explorer) para manejar mejor conjuntos masivos de tests unitarios, con filtrado por proyecto, por categoría, búsquedas de nombres de test más eficientes, y la posibilidad de agrupar pruebas en playlists con pestañas separadas. Esto facilita la vida a los desarrolladores que trabajan con cientos o miles de pruebas. VS 2019 también integró la capacidad de tomar instantáneas de rendimiento o depurar perfiles con el Diagnostic Tools durante la ejecución. Visual Studio 2022 mantiene estas herramientas e incorpora por ejemplo gráficos de llamdas (flame charts) en el analizador de perfiles, para identificar cuellos de botella de rendimiento de forma más visual.
En Visual Studio 2022, además de extender las capacidades de IntelliCode como se mencionó, se introdujeron nuevas funciones como Hot Reload (que detallaremos en la sección de depuración) y mejoras en el servicio de lenguaje .NETpara ofrecer mayor velocidad de respuesta del IntelliSense y menor consumo de memoria al manejar archivos grandes. También se incluyó Web Live Preview (vista en vivo para desarrollo web, que permite ver páginas web o interfaces XAML actualizándose al instante conforme se edita el código), lo cual beneficia el diseño de interfaces de usuario. Para los desarrolladores de C++, VS 2022 trae herramientas como análisis estático más avanzado y mejor integración con los sanitizadores de memoria, ayudando a detectar errores de forma temprana (estas utilidades se suman a las disponibles desde VS 2017 pero con mayor madurez).
En síntesis, en el intervalo de 2017 a 2022, Visual Studio ha enriquecido significativamente sus herramientas de desarrollo: desde la forma en que se sugiere y limpia el código, pasando por la navegación y búsqueda, hasta la integración de IA para asistir al programador. Cada versión ha buscado que escribir código, refactorizarlo y mantenerlo sea más eficiente que antes. Los desarrolladores novatos encuentran un IDE cada vez más proactivo para guiarlos (con sugerencias inteligentes y correcciones automáticas), mientras que los desarrolladores experimentados aprecian el ahorro de tiempo en tareas repetitivas y la disponibilidad de herramientas avanzadas integradas en el entorno.
Integración con control de versiones y colaboración
El control de versiones es parte integral del desarrollo moderno, y Visual Studio ha ido adaptándose de un modelo tradicional a una integración más fluida con Git y las herramientas colaborativas actuales.
Visual Studio 2017
En Visual Studio 2017, el IDE ofrecía integración de control de código fuente principalmente a través de la ventana Team Explorer. VS 2017 soportaba Git y también Team Foundation Version Control (TFVC, el sistema de control centralizado de Microsoft) desde Team Explorer, permitiendo clonar repositorios, hacer pull/push, commits, ver historiales, etc., aunque la interfaz era un tanto acoplada al concepto de “Team Projects” de TFS/Azure DevOps. Para la época, funcionaba, pero muchos usuarios opinaban que el flujo con Git podría ser más intuitivo.
Con Visual Studio 2019...
Microsoft dio un giro hacia un enfoque “Git-first”. Lo primero que se nota es que al abrir VS 2019, en la ventana de inicio aparece la opción prominente de “Clonar o comprobar código desde un repositorio”. Esto denota que se espera que muchos proyectos comiencen clonando desde GitHub, Azure DevOps o similares. VS 2019 mantuvo Team Explorer inicialmente, pero a partir de la versión 16.8 introdujo una nueva experiencia de Git integrada: un botón de Git en la barra de menú principal y una ventana específica para control de versiones Git (separada de Team Explorer). Esta nueva interfaz simplifica operaciones comunes: por ejemplo, permite cambiar de rama (branch) desde la barra de estado inferior de Visual Studio con un simple clic, visualizar claramente qué cambios pendientes (staged/unstaged) tienes en el Repository View, y realizar commits o stash sin salir del editor. Muchos de estos flujos se inspiran en herramientas populares como Visual Studio Code o GitKraken, trayendo su simplicidad a Visual Studio. Durante VS 2019, esta funcionalidad estuvo en desarrollo, pero ya para VS 2022 se consolidó completamente.
Con Visual Studio 2022...
Tiene la integración con Git refinada desde el inicio. El menú Git en VS 2022 ofrece comandos para crear nuevas ramas, sincronizar con orígenes remotos, resolver pull requests, ver el historial de commits e incluso una vista de gráfico de confirmaciones (commit graph) para visualizar la rama actual en relación con merges y demás. Esto último es útil para comprender la historia de ramas de un repositorio directamente en el IDE. Además, las operaciones de Git son más rápidas gracias a mejoras internas; por ejemplo, manejar un repositorio grande con muchas ramas es más eficiente en VS 2022 que en VS 2019, en parte por mejoras como el mencionado commit graph que optimiza la obtención de información del repositorio. Otra novedad es la posibilidad de iniciar una Pull Request de GitHub o Azure DevOps directamente desde Visual Studio 2022 (necesita extensión o conexión, pero la integración está pensada para flujos de trabajo en equipo). Sumado a eso, VS 2022 facilita la revisión de código: existe una extensión oficial (GitHub Extension for VS) que se integra muy bien, pero incluso sin ella, el IDE permite hacer comparativas de cambios (diffs) con buena visualización, comentar trozos de código, etc., para apoyar la revisión antes del commit.
En el plano de la colaboración en tiempo real, Visual Studio Live Share merece mención. Live Share es un servicio que permite a varios desarrolladores trabajar conjuntamente en la misma base de código en tiempo real, compartiendo incluso sesiones de depuración. Fue lanzado inicialmente como extensión durante VS 2017, pero en Visual Studio 2019pasó a venir instalado por defecto (especialmente en VS 2019 Community y superior). Esto significa que con VS 2019 cualquiera puede iniciar una sesión Live Share y enviar un enlace a un colega para que se una; ese colega, desde su propio VS (o VS Code), puede ver y editar los archivos como si estuviera local, e incluso ambos pueden depurar juntos la aplicación viendo cada uno su puntero en el código. Es una herramienta poderosa para pair programming, revisiones en conjunto, soporte entre miembros del equipo, etc. Visual Studio 2022 incluye Live Share de igual forma y, gracias a las mejoras de performance generales, maneja mejor escenarios con múltiples participantes editando simultáneamente. Live Share en 2022 también agregó características como ver el cursor con nombre de quién edita en ese momento, chats de texto integrados, y soporte para sesiones de voz temporales (con extensiones). Así que en términos de colaboración en vivo, VS 2019 y VS 2022 están equiparados en ofrecer esta capacidad, algo que VS 2017 solo tenía mediante una extensión en su última etapa.
Por supuesto, Visual Studio sigue ofreciendo integración con los servicios de desarrollo de Microsoft como Azure DevOps. En las versiones 2017 y 2019, esto se manifestaba en Team Explorer con la conexión a proyectos de Azure DevOps para ver work items, compilaciones, etc. En VS 2022, aunque Team Explorer ya no es el centro de la experiencia Git, aún es posible conectarse a Azure DevOps; la gestión de work items o pipelines suele hacerse vía web, pero VS te deja vincular commits a tareas, por ejemplo. Además, la autenticación se ha simplificado: al iniciar sesión con una cuenta Microsoft o GitHub en VS 2022, se aplican esas credenciales para los repos correspondientess, facilitando clonar o publicar repositorios sin tener que ingresar tokens manualmente.
En resumen...
Visual Studio 2022 ofrece la integración de control de versiones más amigable y completa, con Git profundamente embebido en la interfaz, haciendo que tareas de versionado sean naturales dentro del flujo de trabajo del IDE. VS 2019 dio el paso significativo de adoptar Git como flujo por defecto y ya presentaba la mayoría de estas capacidades (especialmente en sus últimas actualizaciones). VS 2017, si bien soportaba Git, lo hacía de un modo más tradicional y menos visible, por lo que la experiencia puede sentirse más engorrosa comparada con las facilidades que trajeron 2019 y 2022. Para equipos modernos que usan GitHub, GitLab u otros servicios Git, la recomendación clara es aprovechar VS 2022 o 2019 por su mejor UX en este apartado. Y para colaboración simultánea, Live Share hace que Visual Studio (desde 2019 en adelante) sea una herramienta muy potente para trabajos remotos o mentoría en tiempo real.
Soporte para arquitecturas modernas (ARM64 y 64-bit)
El panorama tecnológico evoluciona no solo en software sino también en hardware. Un punto importante es cómo se adaptó Visual Studio a las arquitecturas de CPU modernas, en particular la proliferación de procesadores ARM64 y, como ya se ha explicado, la transición del propio IDE a 64 bits.
Ya hemos destacado la diferencia de que Visual Studio 2022 es una aplicación de 64 bits, a diferencia de VS 2017/2019 que eran de 32 bits. Esto en sí mismo es un ajuste a las arquitecturas modernas, dado que prácticamente todos los equipos de desarrollo actuales ejecutan sistemas operativos de 64 bits y cuentan con abundante RAM. Aprovechar plenamente esa arquitectura le permitió a VS 2022 eliminar el cuello de botella de memoria. Pero además de eso, está el tema de los procesadores ARM. En los últimos años, Windows ha incursionado en dispositivos con CPU ARM64 (por ejemplo, laptops ultraligeros con Snapdragon, la Surface Pro X, etc.). Ejecutar Visual Studio en estos dispositivos siempre fue un desafío, puesto que VS 2017 y VS 2019 no tenían versiones nativas para ARM; en Windows 10/11 sobre ARM ellos solo podían correr mediante emulación x86, con rendimiento reducido.
Visual Studio 2022, a partir de la versión 17.3, introdujo una versión nativa para ARM64. Esto quiere decir que si tienes un equipo con Windows 11 ARM64, puedes instalar Visual Studio 2022 diseñado específicamente para correr en esa arquitectura, obteniendo un desempeño mucho mejor que antes. Aunque inicialmente no todas las cargas de trabajo de VS estaban disponibles en ARM (por ejemplo, el diseñador de Windows Forms tardó un poco más en portarse), hoy VS 2022 ofrece compatibilidad bastante completa en ARM, incluyendo la posibilidad de compilar y depurar proyectos allí mismo. Esto es fundamental mirando al futuro, donde los procesadores ARM (eficientes energéticamente) pueden ser más comunes.
Todas las versiones de VS permiten desarrollar aplicaciones dirigidas a ARM64
Por otro lado, todas las versiones de VS permiten desarrollar aplicaciones dirigidas a ARM64 como destino. Es decir, incluso sin un IDE nativo en ARM, un desarrollador con VS 2017 o 2019 en un PC tradicional ya podía compilar aplicaciones para correr en dispositivos ARM (por ejemplo, crear un ejecutable ARM64 de C++ o publicar una app Universal Windows Platform para Windows 10 ARM). Microsoft fue agregando soporte de compiladores cruzados: VS 2017 agregó compatibilidad para ARM64 UWP apps en una actualización tardía, VS 2019 consolidó la opción de ARM64 en las configuraciones de plataforma para C++ y .NET (especialmente con .NET 5 que soportó ARM64 en Windows y Linux), y VS 2022 obviamente soporta todos los targets incluyendo ARM64 desde el inicio. Por ejemplo, si se desarrolla una aplicación de escritorio en C++ con VS 2022, se puede compilar no solo a x86 y x64, sino también a ARM64 directamente usando el toolset apropiado. Igualmente, en .NET, con VS 2022 uno puede elegir publicar un self-contained build de su aplicación para Linux ARM64 o Windows ARM64, lo cual es cada vez más relevante en escenarios de IoT y móviles.
La diferencia clave la marca la capacidad de ejecutar el IDE en sí en esas arquitecturas. Visual Studio 2017 y 2019 simplemente no estaban diseñados para correr en un procesador ARM de forma nativa, mientras que Visual Studio 2022 sí lo está (en versiones recientes). De este modo, podemos decir que VS 2022 está alineado con las arquitecturas modernas de hardware, tanto en permitir a los desarrolladores crear software para ellas como en funcionar sobre ellas eficientemente. Esta adaptación a ARM64 complementa la transición a 64-bit: ambas aseguran que Visual Studio siga siendo viable en cualquier máquina actual, sea un potente PC de escritorio (donde los 64 bits y más de 32 GB de RAM pueden ser utilizados por VS 2022), o sea un dispositivo ultraportátil ARM64 donde la eficiencia es clave (ahora con un VS nativo y optimizado).
En resumen...
En el frente de arquitecturas, Visual Studio 2022 es el primero de la familia en romper las barreras del pasado (32-bit) y abrazar de lleno las plataformas emergentes (ARM64), mientras que VS 2017 y 2019 se ejecutan únicamente en la arquitectura x86 tradicional (aunque produzcan binarios para varias plataformas). Esto es un factor a considerar para desarrolladores que trabajen con hardware específico: si, por ejemplo, deseas programar directamente en un laptop ARM64 o simplemente quieres asegurarte de estar listo para cualquier entorno de despliegue, VS 2022 ofrece ese soporte ampliado.


Conclusión
A modo de cierre, podemos observar que Visual Studio 2017, 2019 y 2022 representan una evolución consistente del IDE de Microsoft, cada uno construyendo sobre los logros del anterior para adaptarse a las necesidades cambiantes de los desarrolladores y la industria del software. Visual Studio 2017 sentó las bases de un entorno más modular, rápido y abierto a múltiples plataformas (con la llegada de .NET Core y Xamarin). Visual Studio 2019 refinó la experiencia con importantes mejoras de usabilidad – desde una interfaz de búsqueda inteligente hasta herramientas de limpieza de código – e impulsó la colaboración (integración Git más amigable, Live Share predeterminado) y el soporte a frameworks emergentes de su momento (.NET Core 3, etc.). Finalmente, Visual Studio 2022 supuso un salto arquitectónico y funcional: al volverse un IDE de 64 bits, eliminó limitaciones técnicas para proyectos de gran escala, e incorporó características modernas como la IA de IntelliCode completando líneas enteras, la recarga en caliente de código, y un respaldo total a las últimas tecnologías (.NET 6/7, C++20, MAUI, Blazor) y a las plataformas hardware actuales.
Para los desarrolladores, ¿qué versión elegir?
A día de hoy (años 2024-2025), Visual Studio 2022 es la versión recomendada para nuevos proyectos y desarrollos activos, ya que ofrece la mejor performance y compatibilidad con lo más nuevo, además de que continuará recibiendo soporte y actualizaciones en el futuro inmediato. VS 2019 sigue siendo una versión sólida y amigable, adecuada si por alguna razón no es posible migrar inmediatamente a 2022 (por ejemplo, en entornos empresariales con extensiones a medida que aún no se han actualizado). Por su parte, VS 2017 ha entrado en una fase de soporte extendido y puede considerarse ya un entorno legado: es estable para proyectos que se iniciaron en él, pero carece de muchas optimizaciones y compatibilidades presentes en sus sucesores, por lo que gradualmente la mayoría de equipos de desarrollo lo han ido dejando atrás.
No obstante, algo notable es que la esencia de Visual Studio permanece. Un desarrollador que esté familiarizado con VS 2017 encontrará en 2019 y 2022 un entorno reconocible, solo que más pulido y con nuevas opciones a su disposición. Del mismo modo, alguien que empiece con VS 2022 y luego deba usar por un día VS 2017 podrá desenvolverse, aunque quizás extrañando algunas comodidades a las que uno se acostumbra rápidamente (como la búsqueda global o el Git integrado).
En cuanto a accesibilidad para distintos niveles...
Visual Studio en estas iteraciones ha tendido puentes para los principiantes – con plantillas de proyecto claras, IntelliSense/IntelliCode que sugieren cómo continuar, correcciones rápidas de errores comunes – a la vez que provee a los expertos herramientas avanzadas para optimizar y depurar código complejo. Cada versión nueva ha buscado minimizar la fricción: que la tecnología no sea un obstáculo sino un apoyo para la creatividad y productividad del desarrollador.
En definitiva
La comparación entre VS 2017, 2019 y 2022 nos muestra un camino de evolución del entorno de desarrollo hacia un software más rápido, capaz y adaptado al ecosistema actual. Desde mejoras de rendimiento tangible y compatibilidad con proyectos y dispositivos modernos, hasta pequeñas pero valiosas adiciones en la interfaz y las herramientas diarias, Visual Studio ha avanzado para seguir siendo una opción líder entre los IDE. Independientemente de la versión que uses, sigue siendo esa “navaja suiza” para codificar, pero si tienes la oportunidad de elegir, Visual Studio 2022 te brindará la encarnación más moderna y eficiente de esta experiencia de desarrollo. ¡Feliz codificación!







