Sostenibilidad en TI: Licencias de segunda mano ayudan al medio ambiente
Introducción
En el mundo empresarial actual, la sostenibilidad en TI se ha convertido en una prioridad estratégica. Las organizaciones buscan formas de reducir su impacto ecológico sin sacrificar la eficiencia ni la innovación tecnológica. La pregunta entonces es: ¿cómo puede el departamento de TI contribuir de forma concreta a la sostenibilidad corporativa? Existen muchas iniciativas (desde la eficiencia energética en centros de datos hasta el reciclaje de dispositivos), y una de ellas, a veces subestimada, es revisar la manera en que adquirimos y utilizamos el software. En este contexto surge una idea poderosa: alinear tecnología y sostenibilidad a través de prácticas responsables en el uso de software y hardware. Un ejemplo concreto es optar por software de segunda mano, especialmente la compra de licencias de software de segunda mano, como una medida que beneficia tanto al negocio como al planeta.
El sector tecnológico, aunque a primera vista es digital e intangible, tiene una huella muy real en el medio ambiente. Desde la fabricación de dispositivos hasta la energía consumida por centros de datos, las tecnologías de la información contribuyen aproximadamente con un 2% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Además, generan residuos electrónicos a un ritmo alarmante: en 2019 se produjeron más de 53 millones de toneladas de desechos electrónicos en el mundo, y se estima que para 2030 esa cifra anual alcanzará los 74 millones de toneladas. Estos datos evidencian la necesidad de adoptar prácticas más sostenibles en el ámbito de TI para frenar el impacto ambiental.
Frente a estos desafíos, la sostenibilidad tecnológica propone un cambio de enfoque: aplicar los principios de desarrollo sostenible al sector tecnológico. Esto significa buscar el equilibrio entre el progreso digital y el respeto al entorno, asegurando que la tecnología cubra las necesidades presentes sin comprometer los recursos futuros. En las siguientes secciones explicaremos qué es la sostenibilidad tecnológica con mayor detalle y cómo una acción aparentemente sencilla –como reutilizar licencias de software– puede marcar una diferencia positiva. También veremos ejemplos y datos que justifican por qué comprar licencias de segunda mano ayuda al medio ambiente, analizaremos el ciclo de vida del software dentro de la economía circular, y mencionaremos soluciones existentes en el mercado (como la tienda Licendi) que facilitan esta práctica.
¿Qué es la sostenibilidad tecnológica en el sector TI?
La sostenibilidad tecnológica se refiere a la integración de consideraciones medioambientales en el desarrollo, uso y disposición de la tecnología. En el sector TI, esto implica adoptar métodos y herramientas que minimicen el impacto ecológico a lo largo de todo el ciclo de vida de los sistemas informáticos. En palabras simples, significa hacer un uso de la tecnología que sea responsable con el planeta.
Un concepto relacionado es el de TI verde o informática sostenible. De acuerdo con la Asociación para el Progreso de las Comunicaciones (APC), la TI sostenible abarca todo el ciclo de la tecnología de la información: usar, fabricar, gestionar y eliminar equipos y software de forma ecológica. Esto incluye desde diseñar dispositivos con materiales reciclables, utilizar energía renovable en centros de datos, hasta asegurar una correcta gestión de los residuos electrónicos. El objetivo central es reducir el impacto ambiental negativo y maximizar la eficiencia energética sin afectar la productividad de la empresa.
En la práctica, la sostenibilidad tecnológica en TI se manifiesta en varias acciones concretas:
- Eficiencia energética: Optimizar el consumo de electricidad de servidores, computadoras y demás dispositivos (por ejemplo, configurando modos de bajo consumo, virtualizando servidores, usando algoritmos más eficientes).
- Gestión del ciclo de vida del hardware: Prolongar la vida útil de ordenadores, periféricos y otros equipos, reparándolos o actualizándolos en vez de reemplazarlos prematuramente. También implica reciclar adecuadamente los materiales al final de su vida útil.
- Desarrollo de software sostenible: Crear aplicaciones y sistemas que requieran menos recursos de procesamiento y que extiendan la utilidad del hardware existente, en lugar de software innecesariamente exigente.
- Adquisición responsable de tecnología: Aquí es donde entra el tema central de este blog: considerar alternativas como el software de segunda mano (reutilizar licencias existentes) antes de comprar nuevas licencias o nuevos sistemas, siempre que sea viable y legal.
En resumen, sostenibilidad tecnológica significa que cada decisión en TI (desde qué computadora comprar hasta qué software instalar) tenga en cuenta su repercusión ambiental. Ahora bien, ¿cómo se conecta esto con las licencias de software de segunda mano? Para entenderlo, primero debemos analizar el ciclo de vida del software y la lógica de la economía circular en la industria tecnológica.
El ciclo de vida del software y la economía circular
Cuando pensamos en el ciclo de vida de un producto solemos imaginar bienes físicos, pero el software también tiene su propio ciclo con implicaciones ambientales. Podemos distinguir varias etapas en el ciclo de vida del software:
- Desarrollo y producción: Incluye la programación, las pruebas y la preparación del software para su lanzamiento. Aunque el software es intangible, esta fase conlleva consumo de recursos (energía para alimentar las computadoras de los desarrolladores y servidores, infraestructura de las empresas de software, etc.). También hay una huella física cuando el software se distribuye en medios como DVD o paquetes, aunque hoy en día gran parte de la distribución es digital.
- Distribución e instalación: En el pasado, la distribución significaba fabricar discos o dispositivos de instalación y transportarlos, con el consiguiente uso de materiales (plástico, papel para manuales, embalajes) y emisiones por transporte. Actualmente, la distribución digital ha reducido estos impactos, pero no los elimina completamente: los archivos se alojan en centros de datos (que consumen electricidad) y la descarga requiere energía de redes y equipos.
- Uso o explotación: Es la etapa más larga, cuando el usuario o la empresa utiliza el software en sus operaciones diarias. Aquí el impacto ambiental está ligado al hardware que ejecuta ese software (consumo energético, necesidad de mayor potencia de cómputo, etc.). Un software bien optimizado puede alargar la vida útil del hardware, mientras que software cada vez más pesado puede forzar a renovarlo. Volveremos sobre este punto más adelante.
- Fin de vida (retirada o actualización): Ocurre cuando el software queda obsoleto, deja de usarse o es reemplazado por una versión más nueva. En un modelo lineal típico, esta etapa implicaría simplemente desechar la licencia antigua (dejar de usarla) y adquirir una nueva licencia, con lo cual el ciclo comienza de nuevo en la etapa 1 para otro producto.
Reutilización para un Futuro Sostenible
La economía circular propone un enfoque distinto al ciclo de vida, buscando cerrar el círculo para aprovechar más cada recurso. En lugar de la economía lineal de “tomar, fabricar y desechar”, la economía circular se basa en reutilizar, reparar, renovar y reciclar los productos el mayor número de veces posible. El objetivo es crear un sistema de circuito cerrado que minimice los residuos y reduzca la necesidad de nuevos recursos, mitigando así el impacto medioambiental. La economía circular, según la Fundación Ellen MacArthur, se basa en tres principios fundamentales: eliminar residuos y contaminación, mantener productos y materiales en uso (circulándolos al máximo valor posible) y regenerar los sistemas naturales. Estas ideas sirven de guía para repensar la industria tecnológica de forma sostenible.
Aplicado al software, el modelo circular cobra sentido de la siguiente manera: dado que un programa informático no se desgasta con el uso (a diferencia de un objeto físico que se va rompiendo o gastando), es posible seguir usando ese mismo software por más tiempo siempre que cumpla su función. Muchas veces, las empresas cambian de software no porque el anterior haya dejado de funcionar, sino porque surge una versión nueva o diferente en el mercado. Pero la versión previa puede seguir siendo perfectamente válida para otros usuarios o compañías con necesidades similares.
Aquí entra en juego el concepto de licencias de software de segunda mano dentro de la economía circular. Se trata de reutilizar una licencia que una empresa ya no necesita, transfiriéndola a otra organización que sí la puede usar. De este modo, se prolonga la vida útil del software más allá de su primer propietario. En lugar de quedar “arrumbada en un cajón digital”, esa licencia sigue generando valor y evitando la fabricación (o venta) de una licencia adicional nueva. Dicho de otro modo, cada vez que reutilizamos software existente, estamos evitando un nuevo consumo de recursos asociado a producir otra unidad de software (por ejemplo, los recursos invertidos en desarrollar, empaquetar y distribuir una licencia nueva).
La economía circular en el software también tiene un efecto secundario muy importante: ayuda a prolongar la vida del hardware. Esto se debe a que muchas veces la actualización de software lleva aparejada la renovación de equipos. Si una empresa decide saltar a una nueva versión de un sistema operativo o de una aplicación muy exigente, quizás deba comprar computadoras más potentes para que el nuevo software funcione correctamente. En cambio, si puede seguir utilizando la versión anterior mediante licencias de segunda mano, podrá mantener sus equipos actuales por más tiempo sin merma de rendimiento. Esta sincronía entre software y hardware es crucial en la sostenibilidad: hardware y software están interrelacionados, y coordinar su ciclo de renovación puede reducir significativamente residuos y emisiones.
Veamos con mayor detalle cómo la compra de software de segunda mano se traduce en beneficios ambientales concretos.


Cómo comprar licencias de segunda mano reduce el impacto ambiental
Optar por licencias de software de segunda mano no solo es una decisión económica inteligente, sino también una práctica alineada con la sostenibilidad en TI. A continuación, analizamos las principales formas en que esta elección contribuye a cuidar el medio ambiente, respaldadas por datos y ejemplos:
Extensión de la vida útil del software (y del hardware)
Cuando una organización compra una licencia usada, está prolongando la vida útil de ese software. Esto retrasa la necesidad de fabricar o distribuir una nueva licencia. Como mencionamos, en tecnología muchas veces se desecha lo que todavía funciona. Reutilizar un programa permite que siga operativo allí donde se necesite. Un efecto inmediato de esto es la prolongación del ciclo de renovación de equipos. Por ejemplo, si una empresa instala software ligeramente más antiguo pero funcional en sus computadoras, puede posponer la compra de nuevos ordenadores. Estudios han demostrado que la fabricación de un solo ordenador portátil puede generar del orden de 250 a 300 kg de CO₂. Esa cifra, emitida en la fase de producción, suele ser mayor que todas las emisiones que el portátil generará por su consumo eléctrico a lo largo de su vida de uso. Por tanto, cada año extra que logramos mantener un PC en uso activo en vez de reemplazarlo, se traduce en un importante ahorro de emisiones y en menos chatarra electrónica.
Cabe destacar un ejemplo ilustrativo: el sistema operativo Windows 10, comparado con Windows 95 de dos décadas atrás, requiere aproximadamente 40 veces más potencia de procesamiento, 250 veces más memoria RAM y 320 veces más espacio en disco. Esta creciente exigencia de recursos en el software moderno explica por qué muchas empresas renuevan hardware con tanta frecuencia. Sin embargo, no todas las tareas empresariales necesitan software de última generación. Si un determinado puesto de trabajo puede cumplir sus funciones con una versión anterior de software (más ligera), usar una licencia de segunda mano de esa versión permite seguir usando el mismo equipo sin pérdida de productividad. En suma, comprar software usado rompe la espiral de tener que adquirir hardware nuevo por cada actualización de software, lo que reduce residuos electrónicos y conserva recursos valiosos. Incluso la Agencia Europea de Medio Ambiente enfatiza que alargar la vida útil y retrasar la obsolescencia de los equipos electrónicos reduce significativamente su impacto ambiental. Ese mensaje se puede extrapolar al ámbito del software: aprovechar por más tiempo las herramientas existentes también es beneficioso para el planeta.
Reducción de residuos electrónicos
Los residuos electrónicos son una preocupación mundial creciente, con millones de dispositivos electrónicos desechados cada año. Aunque se presta mucha atención al hardware, el software también desempeña un papel en este problema. Cuando las empresas actualizan su software, a menudo sustituyen simultáneamente su hardware. Comprando software de segunda mano, las empresas pueden retrasar las actualizaciones de hardware, reduciendo así los residuos electrónicos. Los datos globales ya mencionados son claros: si no cambiamos la tendencia, para 2030 estaremos arrojando 74 millones de toneladas de basura electrónica anualmente. Actualmente, solo un 17% de esos residuos electrónicos se recicla adecuadamente, por lo que la mejor estrategia es generar menos residuos desde el inicio. Al frenar la necesidad de reemplazar equipos constantemente, el software de segunda mano ayuda a disminuir la cantidad de aparatos electrónicos descartados. La persona promedio genera alrededor de 6-7 kg de chatarra electrónica por año; multiplicado por cientos o miles de empleados, el impacto de alargar la vida de dispositivos es muy significativo.
Además, muchas empresas hoy incluyen en sus reportes de responsabilidad social corporativa indicadores sobre cuántos equipos reciclan o cuánto prolongan su uso. Adoptar licencias usadas puede ser una estrategia sencilla para mejorar estos indicadores, al evidenciar que se aprovecha más el capital tecnológico existente en lugar de desecharlo prematuramente.
Ahorro de recursos y energía en la producción de software
Aunque la “fabricación” de software no requiere minas ni refinerías como la de hardware, sí implica un gasto energético considerable. Los servidores que alojan descargas, las infraestructuras cloud que soportan software como servicio, e incluso la creación de copias físicas (en caso de software que aún se vende en DVD o USB) consumen recursos. Al reutilizar una licencia ya existente, se elimina la necesidad de repetir todo ese proceso para un nuevo usuario. Pensemos en esto: si una empresa adquiere 50 licencias de Microsoft Office de segunda mano en lugar de 50 licencias nuevas, está aprovechando trabajo ya hecho. No hará falta que Microsoft (o un distribuidor) genere nuevas claves, ni nuevos envíos, ni nuevos paquetes de descarga para ese cliente; este empleará las mismas claves de producto que ya circularon. Por supuesto, puede haber actualizaciones en línea, pero esas actualizaciones también se habrían aplicado a la licencia original, así que no suponen una carga extra.
En otras palabras, lo más ecológico es aquello que no hay que producir de nuevo. La reutilización de licencias encaja perfectamente en esta máxima de sostenibilidad, igual que reutilizar una prenda de ropa o un mueble evita el impacto de fabricar otro desde cero. Un informe del sector señala que la producción de nuevo software (considerando desarrollo y distribución) conlleva emisiones de carbono que pueden evitarse cuando el software simplemente cambia de manos. Cada licencia que pasa de un usuario a otro es una por la que no se tuvieron que invertir nuevamente energía y materiales.
Fomento de la economía circular en el sector TI
Al comprar licencias de segunda mano, las empresas están apoyando un mercado secundario que promueve la economía circular en la industria del software. En Europa, la noción de economía circular es respaldada por políticas públicas desde hace años, porque se ha identificado que es clave para un futuro sostenible. Cada transacción de software usado es un paso más hacia un modelo donde los activos digitales también se reciclan y reutilizan, igual que hacemos con papel, vidrio o plásticos. Esto ayuda a crear conciencia en el sector TI de que los recursos —incluso los intangibles— deben aprovecharse al máximo. Una licencia puede cambiar de propietario varias veces a lo largo de su vida útil, casi como si de un coche o una máquina industrial se tratara.
No está de más señalar que el mercado de licencias de software de segunda mano en la Unión Europea creció a raíz de sentencias legales a comienzos de la década de 2012 que confirmaron la legalidad de esta práctica. Desde entonces, miles de organizaciones han incorporado la compra y venta de licencias usadas como parte de su gestión de activos de software. Además de ahorrar costos, están obteniendo beneficios ambientales. Muchas compañías destacan estos esfuerzos en sus informes de sostenibilidad, señalando que al reutilizar licencias de software evitan desperdicios y contribuyen a un modelo más circular y eficiente. En definitiva, participan de una cultura corporativa más alineada con los objetivos de economía circular promovidos a nivel europeo.
Menor huella de carbono corporativa
Sumando todo lo anterior, la consecuencia final es una reducción de la huella de carbono asociada a las operaciones de TI. Cada equipo que no se fabrica o que se usa dos años más, cada paquete de software que no se distribuye desde cero, y cada kilo de residuos electrónicos que se evita, significan menos emisiones de gases de efecto invernadero liberadas a la atmósfera. Por ejemplo, si su empresa logra extender el ciclo de renovación de computadoras de 4 a 6 años gracias a que el software antiguo sigue siendo utilizable mediante licencias de segunda mano, esa decisión podría implicar decenas de toneladas de CO₂ evitadas en la fabricación de nuevos equipos. La magnitud puede ser significativa: si una empresa con 500 portátiles en su parque informático logra posponer la renovación de todos ellos gracias al software reutilizado, estaría evitando la fabricación de 500 equipos nuevos en ese periodo. Dado que cada portátil fabricado conlleva cerca de 250 kg de CO₂ emitidos, esa decisión supondría alrededor de 125.000 kg de CO₂ (125 toneladas) no emitidos. En términos ilustrativos, es una cantidad comparable a las emisiones anuales de decenas de automóviles particulares. Así, iniciativas de Green IT como ésta ayudan a las organizaciones a acercarse a sus metas de reducción de carbono.
En síntesis, la compra de software de segunda mano ofrece múltiples ventajas ambientales:
- Se prolonga la vida de los productos tecnológicos, disminuyendo la necesidad de producir nuevos bienes.
- Se generan menos residuos electrónicos al evitar la renovación acelerada de dispositivos.
- Se ahorran recursos energéticos y materiales en la creación y distribución de software adicional.
- Se apoya la economía circular, demostrando el compromiso del sector tecnológico con modelos sostenibles.
- Se reduce la huella de carbono de las operaciones de TI, aportando a los objetivos globales contra el cambio climático.
Todo esto, además, viene acompañado de un beneficio añadido nada despreciable: el ahorro económico. Las licencias usadas suelen costar significativamente menos que las nuevas, lo que permite a las empresas ser sostenibles sin incurrir en gastos extra, e incluso generando ahorro en los presupuestos de TI.


Licencias de software de segunda mano con garantía: el caso de Licendi
Una preocupación común al hablar de software de segunda mano es cómo garantizar su legalidad y buen funcionamiento. Afortunadamente, han surgido en el mercado empresas especializadas que gestionan estas licencias de forma segura y confiable. Licendi es un claro ejemplo de tienda que ofrece licencias de segunda mano a buen precio y con garantía de activación. Esto significa que las licencias que venden han sido verificadas y cumplen las condiciones legales para su transferencia, de modo que el comprador puede activarlas y utilizarlas sin problemas, como si fueran nuevas. Licendi proporciona al comprador la documentación necesaria (por ejemplo, certificados de autenticidad y justificantes de transferencia), asegurando la trazabilidad de la licencia. De este modo, el cliente sabe que no está adquiriendo una copia pirata o ilícita, sino un producto legítimo con soporte y actualizaciones equivalentes al software original. La diferencia entre una licencia de segunda mano legal y una copia no autorizada es significativa: la licencia legal cuenta con respaldo jurídico y técnico, mientras que las copias pirata pueden fallar en la activación o incluso contener riesgos de malware. Con proveedores como Licendi, las empresas evitan esos riesgos y obtienen la mencionada garantía de activación, es decir, la certeza de que la clave funcionará y pasará las verificaciones oficiales del fabricante.
Tiendas como Licendi facilitan a las empresas la adopción de esta práctica sostenible. Estas empresas especializadas simplifican todo el proceso: en lugar de tener que buscar uno a uno a vendedores de licencias usadas, el cliente puede acudir a un catálogo organizado por tipos de software (sistemas operativos, suites ofimáticas, software de servidores, etc.) y elegir lo que necesita a un costo menor. Licendi destaca por ofrecer asesoramiento y soporte, asegurando que la transición al software reutilizado sea transparente. Al contar con garantía de activación, las organizaciones compradoras tienen la tranquilidad de que el producto funcionará correctamente y de que están cumpliendo con la legalidad (recordemos que en la UE la reventa de software está permitida siempre que se desinstale en el usuario original y se transfiera el derecho de uso).
Para empresas y responsables de TI, acudir a proveedores certificados como Licendi representa una manera práctica de implementar la sostenibilidad tecnológica. No solo estarán reduciendo costos en licencias, sino que estarán aportando a sus objetivos de responsabilidad ambiental. Cada licencia de Windows, Office u otro programa adquirida de segunda mano es una muestra de cómo la tecnología puede alinearse con la sostenibilidad de forma tangible.
Recomendaciones para adoptar software de segunda mano en TI
Si su empresa está considerando incorporar licencias usadas dentro de su estrategia de TI sostenible, conviene tener en cuenta algunos consejos para que el proceso sea exitoso:
- Comprar a fuentes confiables: Acuda siempre a distribuidores especializados y de buena reputación en el mercado de software de segunda mano. Estos proveedores (como Licendi, mencionada arriba, u otros similares) verifican las licencias y garantizan que sean legítimas. Evite ofertas dudosas en las que no quede clara la procedencia de la licencia.
- Solicitar documentación y garantías: Asegúrese de obtener por escrito la documentación legal de la transferencia de la licencia (certificados de autenticidad, contratos de cesión, factura detallada, etc.). Esto le brindará respaldo en caso de auditorías y confirma que la licencia cumple los requisitos legales.
- Comprobar compatibilidad y soporte: Antes de comprar una licencia usada, verifique que la versión de software sea compatible con sus sistemas y necesidades actuales. Revise si el fabricante aún proporciona actualizaciones de seguridad o parches para esa versión. Aunque un software sea antiguo, es importante que pueda funcionar de manera segura en su entorno.
- Integrar la práctica en la política de TI: Incorpore la compra de software reutilizado en las políticas internas de adquisiciones de TI y en los objetivos de RSC (Responsabilidad Social Corporativa) de la empresa. Realice un seguimiento de los resultados obtenidos (ahorros económicos, reducción de residuos, etc.) para comunicar los beneficios tanto internamente como en sus informes de sostenibilidad.
Siguiendo estas recomendaciones, la transición hacia el uso de licencias de software de segunda mano será más sencilla, segura y alineada con los objetivos tanto operativos como ambientales de la organización.
Conclusión
La sostenibilidad en TI ya no es un concepto abstracto ni una meta lejana, sino una necesidad presente para las empresas que buscan ser competitivas y responsables. Hemos visto qué es la sostenibilidad tecnológica y cómo implica repensar la relación entre nuestras herramientas digitales y el medio ambiente. En este camino, todas las iniciativas suman, y la compra de software de segunda mano emerge como una solución inteligente, accesible y eficaz.
Incorporar licencias de segunda mano en la estrategia de TI de una organización permite conectar tecnología y sostenibilidad de forma directa: se reduce la basura electrónica, se aprovechan mejor los recursos ya invertidos en desarrollos previos, y se contribuye a una economía más circular en el sector tecnológico. Además, se logra sin penalizar la productividad ni la innovación, e incluso generando ahorro en los presupuestos de TI.
En definitiva, optar por licencias usadas es un ejemplo de qué es la sostenibilidad tecnológica en la práctica: tomar decisiones informadas que benefician tanto a la empresa (en coste, flexibilidad y cumplimiento de objetivos verdes) como al planeta (en menor impacto ambiental). Como responsables de TI o directivos de empresa, vale la pena considerar este enfoque dentro de sus políticas de compra y renovación de software. Además, las normativas actuales tienden a exigir cada vez más compromiso ambiental: la Unión Europea, por ejemplo, impulsa que las empresas informen sobre su desempeño en sostenibilidad (directivas como la CSRD). Acciones concretas como la reutilización de software pueden incorporarse en esos informes, evidenciando el compromiso con la economía circular y la reducción de emisiones en el ámbito digital. El medio ambiente agradecerá cada pequeña acción, y en conjunto, esas acciones marcan la diferencia.