Fin de soporte Windows 10: todo lo que debes saber
El sistema operativo Windows 10 ha sido uno de los más utilizados y populares desde su lanzamiento en 2015. Su combinación de estabilidad, compatibilidad con innumerables aplicaciones y familiaridad para los usuarios lo convirtió en un estándar para millones de personas y organizaciones en todo el mundo. Sin embargo, todo software de Microsoft tiene un ciclo de vida definido, lo que implica que llegará el momento en que dejará de recibir parches de seguridad, actualizaciones y soporte oficial. Ese momento, para Windows 10, se acerca con rapidez, y es importante que tanto usuarios particulares como empresas estén preparados para lo que significa el fin de soporte Windows 10.
La finalidad de este texto es explicar de forma clara y sencilla qué implica que Windows 10 deje de ser actualizado y respaldado por Microsoft, cuál es la fecha de fin de soporte de Windows 10, qué consecuencias tendrá para quienes decidan seguir usando este sistema, cómo se ha dado el fin de soporte en otras versiones de Windows y qué opciones existen para seguir con un entorno seguro y actualizado. También abordaremos recomendaciones específicas para quienes administran redes informáticas en empresas y para usuarios individuales que necesitan anticiparse a esta situación. Se incluyen enlaces internos a la tienda Licendi, reconocida por ofrecer licencias originales de Windows a buenos precios, y también se suman enlaces externos a fuentes de autoridad que ampliarán ciertos aspectos.
En el futuro, la seguridad y la compatibilidad son factores decisivos al elegir y mantener un sistema operativo. Quedarse con un sistema sin actualizaciones oficiales puede representar riesgos significativos, tanto a nivel de seguridad informática como de cumplimiento de normativas en entornos corporativos. A continuación, conocerás con detalle todo lo relacionado al Windows 10 fin de soporte y por qué es fundamental planificar la migración hacia versiones más recientes como Windows 11.
¿Qué significa el fin de soporte de Windows 10?
Cuando se habla del fin de soporte Windows 10, nos referimos al momento en que Microsoft dejará de lanzar parches de seguridad, actualizaciones de funcionalidad y asistencia técnica oficial para este sistema operativo. Este ciclo de vida de soporte forma parte de la política habitual de Microsoft, que determina plazos concretos para el soporte principal y el soporte extendido de cada una de sus versiones de Windows.
Una vez que un sistema operativo se queda sin soporte oficial, no desaparece ni deja de funcionar de inmediato. Las computadoras que lo tengan instalado podrán continuar usándolo. Sin embargo, al no recibir más actualizaciones, cada vulnerabilidad futura que se descubra quedará sin parche o corrección. Tampoco habrá mejoras de compatibilidad con nuevo hardware o software, ni asistencia oficial de Microsoft en caso de incidentes o errores críticos. Eso produce un fuerte deterioro en la seguridad y la fiabilidad del sistema operativo, lo cual conlleva serios riesgos.
Quienes decidan ignorar la llegada de la fecha de fin de soporte de Windows 10 podrían experimentar, con el tiempo, problemas cada vez mayores. Los navegadores, las suites de ofimática, los drivers de impresoras o cualquier otra aplicación importante pueden dejar de mantener compatibilidad con un sistema operativo obsoleto, generando conflictos e imposibilitando la instalación de versiones recientes. Para organizaciones o usuarios que manejan datos sensibles, la exposición a brechas de seguridad se incrementa notablemente. Por ello, aunque técnicamente sea posible seguir ejecutando Windows 10 tras el fin de soporte, se aconseja migrar a una versión moderna que reciba protección, parches y soporte.


Fecha de fin de soporte de Windows 10
Microsoft ha anunciado que el fin de soporte de Windows 10 está programado para el 14 de octubre de 2025. Hasta ese día, se seguirán recibiendo actualizaciones de seguridad y correcciones de errores en las versiones compatibles de Windows 10, pero después de esa fecha no habrá más soporte oficial. Este anuncio no es sorprendente, ya que Microsoft acostumbra a brindar aproximadamente una década de soporte a cada generación de su sistema operativo.
La fase de soporte extendido para Windows 10 cubre exclusivamente parches de seguridad y algunas correcciones críticas, pero no introduce nuevas características ni cambios importantes en la interfaz o en el funcionamiento base del sistema. El fin de este soporte implica que ya no se lanzarán más ajustes ni soluciones ante vulnerabilidades. Cualquier amenaza de seguridad que se descubra a partir del 15 de octubre de 2025 quedará sin solución oficial, lo cual supone un riesgo cada vez mayor conforme avance el tiempo.
La fecha de fin de soporte de Windows 10, establecida oficialmente por Microsoft, aplica a las ediciones principales como Home, Pro y Enterprise. Para la mayoría de usuarios, es el límite definitivo que marca la caducidad de este sistema operativo. Esto no quiere decir que el día 15 de octubre de 2025 Windows 10 se bloquee en tu equipo, sino que, a partir de entonces, el sistema quedará expuesto a nuevas fallas y recibirá escasa o nula atención por parte de la empresa desarrolladora.
Breve historia del fin de soporte en otras versiones de Windows
El caso de Windows 10 no es excepcional. A lo largo de la historia de Microsoft, cada versión de Windows ha tenido un ciclo de vida que llega a su fin tarde o temprano. Comprender lo sucedido en versiones anteriores de Windows sirve para contextualizar la transición que enfrentaremos pronto con Windows 10.
Windows 7
Este sistema operativo se lanzó en 2009 y alcanzó gran popularidad por su estabilidad y facilidad de uso. El soporte principal de Windows 7 terminó en 2015, mientras que el soporte extendido finalizó el 14 de enero de 2020. Algunas grandes empresas pudieron pagar por los denominados Extended Security Updates (ESU) hasta enero de 2023, pero el usuario doméstico ya no recibió actualizaciones después de 2020. Esto causó que muchos usuarios y organizaciones se trasladaran de forma masiva a Windows 10, que entonces se consideraba el reemplazo natural. En la actualidad, seguir con Windows 7 implica altos riesgos de seguridad y prácticamente ninguna compatibilidad con software moderno.
Para quienes, por motivos de legado, necesitan aún licencias de Windows 7, existe la opción de adquirirlas en tiendas confiables como
Licencias Windows 7, aunque ya no exista soporte oficial.
Windows 8 y 8.1
Windows 8 llegó al mercado en 2012 y supuso un cambio significativo en la interfaz con su concepto de menús en mosaico. Esta versión no fue particularmente popular en entornos de escritorio. Poco después surgió Windows 8.1 en 2013, intentando corregir algunas deficiencias y ofreciendo una experiencia más pulida para usuarios acostumbrados a la interfaz tradicional. El soporte para Windows 8 finalizó en 2016 y el de Windows 8.1 terminó el 10 de enero de 2023. Igual que sucedió con Windows 7, cualquier equipo que opere hoy con Windows 8.1 carece de parches de seguridad.
Aunque aún pueden encontrarse
Licencias Windows 8 y 8.1 para proyectos o entornos específicos, es importante ser consciente de que no se trata de una plataforma segura ni recomendable para la navegación o el trabajo actual.
Windows XP y Windows Vista
Más atrás en el tiempo, ambas versiones tuvieron su auge y posterior declive. Windows XP fue uno de los sistemas operativos más queridos de la historia de Microsoft, pero su fin de soporte llegó en 2014. A partir de entonces, los ataques de malware encontraron en XP un blanco fácil, al no recibir correcciones de vulnerabilidades. Windows Vista perdió el soporte en 2017 y pasó sin pena ni gloria, siendo una de las versiones menos utilizadas. Estos ejemplos históricos ilustran por qué es esencial mantenerse al día con una versión de Windows aún vigente y respaldada.
Todos estos casos muestran que el fin de soporte es parte del ciclo natural de cualquier sistema operativo Windows. Tal como sucedió con Windows 7, 8, XP o Vista, llegará el momento en que Windows 10 se considere un sistema anticuado y sin protección oficial. Por eso Microsoft incentiva la migración hacia su última plataforma, Windows 11, con numerosos argumentos en materia de seguridad, eficiencia y novedades de uso.
Por qué Microsoft pone fin al soporte de sus sistemas operativos
A muchos usuarios les sorprende que Microsoft retire el soporte de sistemas que todavía tienen una presencia relevante en el mercado. Sin embargo, existen razones técnicas y comerciales que justifican la decisión. Prolongar indefinidamente el soporte de Windows 10 implicaría mantener equipos de desarrollo, pruebas y asistencia para un sistema que fue lanzado en 2015. Microsoft decide, en cambio, enfocar sus recursos en el desarrollo, mejoría y actualización de nuevas versiones, como Windows 11 y las que vendrán en el futuro.
La compañía busca implementar y pulir tecnologías orientadas a la seguridad moderna, aprovechando hardware reciente con funciones específicas (como TPM 2.0, Secure Boot y procesadores con capacidades de virtualización avanzadas) que Windows 10 no explota por completo. Mantener un mismo sistema operativo durante más de una década implica cargar con limitaciones técnicas heredadas, mientras el ecosistema de hardware y software sigue evolucionando a un ritmo acelerado. De esta manera, Microsoft prioriza el avance tecnológico, la compatibilidad con nuevos entornos y la competencia en el mercado de sistemas operativos frente a sus rivales.
Por otro lado, está el factor de negocio: ofrecer una versión más nueva impulsa la venta de licencias, el recambio de equipos y la fidelización de los usuarios con productos que suponen mejoras. Windows 11 representa el futuro inmediato de la plataforma, y Microsoft aspira a que el grueso de su base de usuarios migre a él antes del cese de actualizaciones de Windows 10. El soporte continuado para un sistema de hace tantos años deja de ser rentable frente al desarrollo de nuevas funciones y la implementación de parches sobre una base de código más reciente.
Impacto del fin de soporte Windows 10 en distintos entornos
El fin de soporte Windows 10 no repercute solo en el ámbito doméstico. Al ser un sistema operativo implantado en millones de computadoras en todo el mundo, el impacto afecta a usuarios individuales, pequeñas y medianas empresas, grandes corporaciones e incluso administraciones públicas. A continuación, se exploran distintos escenarios.
Usuarios particulares
Para quienes tienen un ordenador personal con Windows 10, el mayor peligro reside en la pérdida de actualizaciones de seguridad. Permanecer con un sistema sin parches supone un riesgo creciente de sufrir infecciones de malware, robo de información o acceso no autorizado por parte de ciberdelincuentes. Además, la compatibilidad con software reciente se irá degradando. Muchos programas requieren el sistema operativo más actual para soportar nuevas funciones. Navegadores, suites ofimáticas y hasta juegos comenzarán a excluir a Windows 10 en sus versiones posteriores a 2025.
En el plano práctico, para tareas como banca online, compras por internet o manejo de datos privados, la falta de actualizaciones de seguridad se convierte en un factor crítico. Si bien el ordenador no se apaga automáticamente el 14 de octubre de 2025, usar Windows 10 a partir de esa fecha es arriesgado y poco aconsejable.
Empresas y organizaciones
Para las empresas, el fin de soporte Windows 10 trae riesgos todavía mayores. Una sola computadora sin parches de seguridad puede comprometer la red corporativa entera si los atacantes descubren e instrumentalizan nuevas vulnerabilidades. Esto también tiene implicaciones legales y de cumplimiento normativo. Muchas regulaciones en materia de protección de datos exigen mantener sistemas actualizados y parches al día, de modo que seguir usando Windows 10 sin soporte podría considerarse una violación de dichas normas.
Asimismo, las empresas deben asegurarse de que las aplicaciones de productividad, los sistemas de gestión (ERP, CRM) o los softwares de línea de negocio sean compatibles con la versión de Windows que utilizan. Con la retirada del soporte, los fabricantes de software dejarán de garantizar el buen funcionamiento de sus productos en Windows 10, inclinándose hacia Windows 11.
La planificación de la transición implica recursos de TI, adquisiciones de licencias, verificación de compatibilidad, formación de los empleados en la nueva interfaz y la supervisión de una migración ordenada para no impactar la continuidad del negocio. Es vital anticiparse con meses o incluso años de antelación, ya que a menudo las grandes organizaciones requieren de mucho tiempo para actualizar su infraestructura.
Qué versión de Windows es la mejor para comprar ahora
Muchas personas y empresas se preguntan qué hacer ante el Windows 10 fin de soporte. En la mayoría de los casos, es recomendable actualizar a la versión más reciente que ofrece Microsoft, es decir, Windows 11. Esta versión se lanzó a finales de 2021 y cuenta con un ciclo de soporte que, con toda probabilidad, durará hasta mediados de la próxima década. Además, integra mejoras de seguridad y rendimiento imposibles de implementar por completo en Windows 10.
Windows 11 se ha diseñado para aprovechar tecnologías modernas de hardware, lo que le permite ofrecer características como la integración de aplicaciones Android (en determinadas regiones y dispositivos), una interfaz renovada, un menú de inicio reorganizado, un panel de widgets y mayor eficiencia en la gestión de recursos. Para quienes tienen equipos lanzados a partir de 2018 o 2019, la actualización suele ser sencilla. Muchos usuarios de Windows 10 tienen derecho a actualizar gratis si su dispositivo cumple con los requisitos mínimos (TPM 2.0, Secure Boot y CPU compatible).
Para quienes necesitan, por un tiempo limitado, seguir con Windows 10 por temas de compatibilidad o transición empresarial, es aconsejable ser muy consciente de que este sistema tiene fecha de caducidad oficial. Antes o después, será prácticamente obligatorio dar el salto a Windows 11 para garantizar la seguridad y el soporte. Hay casos aislados donde el hardware no admite Windows 11 y no es viable actualizar componentes. En esas circunstancias, o se permanece con Windows 10 asumiendo un riesgo a mediano plazo, o se contempla la adquisición de un equipo nuevo o la instalación de otros sistemas (por ejemplo, Linux) que sí brinden soporte y actualizaciones.
Para quienes quieran conseguir Licencias Windows 10 y Licencias Windows 11 originales a buenos precios, existe la posibilidad de visitar la tienda de Licendi. Esta plataforma es confiable, con licencias 100% legítimas y a precios competitivos. Es importante recalcar que comprar licencias originales evita muchos problemas de validación y permite recibir las actualizaciones oficiales sin complicaciones.
Se pueden encontrar también opciones para Windows 10, Windows 11, Windows 8 y 8.1, y Windows 7. Sin embargo, dadas las fechas de fin de soporte de las versiones anteriores, la opción más sensata para un sistema en uso cotidiano o corporativo es Windows 11.
¡Prepárate! Cómo anticipar el fin de soporte Windows 10
La llegada del fin de soporte Windows 10 no debe tomarte por sorpresa. Planificar con tiempo puede ahorrarte muchos problemas de seguridad y compatibilidad. Tanto si gestionas un puñado de equipos en casa como si administras cientos de estaciones de trabajo en una empresa, la clave es crear una estrategia clara para el cambio. Licendi puede ser tu mejor aliada para adquirir licencias fiables y originales que faciliten la transición.
Inventariar los equipos y las licencias es uno de los primeros pasos que debe llevarse a cabo. En un entorno corporativo, conviene registrar qué versión exacta de Windows 10 tiene cada PC, si está al día con las últimas actualizaciones y qué aplicaciones críticas se usan. Para un usuario individual, el proceso se simplifica a verificar si la computadora es apta para Windows 11 y si la licencia actual es válida para actualizarse gratuitamente.
Tras este inventario, el siguiente paso es diseñar un plan de migración escalonado. En empresas, es recomendable hacer pruebas piloto con un grupo pequeño de máquinas para confirmar la compatibilidad del software corporativo con Windows 11. Si todo funciona de forma estable, se avanza gradualmente con los demás equipos. Este enfoque evita interrupciones mayores en la productividad y permite reaccionar ante posibles inconvenientes.
La formación y comunicación interna también es un factor importante. Aunque Windows 11 tiene muchas similitudes con Windows 10, existen cambios en la interfaz, en el menú de inicio y en la disposición de ciertas funciones de configuración. Contar con una pequeña guía o un manual de uso básico puede facilitar que los empleados o usuarios se adapten sin contratiempos.
Antes de dar el salto, resulta fundamental hacer copias de seguridad de todos los datos relevantes. Aunque las actualizaciones a Windows 11 suelen mantener los archivos y configuraciones, no está de más prevenir cualquier contingencia. Los backups regulares son una buena práctica en cualquier proceso de migración o actualización.
Para hardware no compatible con Windows 11, algunas empresas optan por renovar los ordenadores que ya tienen demasiado tiempo de uso. Otras valoran la posibilidad de cambiar de sistema operativo a Linux si no quieren incurrir en gastos de software propietario. Sin embargo, en la mayoría de las organizaciones resulta más natural migrar a Windows 11 para mantener la compatibilidad con los programas de siempre y con el ecosistema de Microsoft.
Mantener el sistema actualizado es otra recomendación básica. Mientras siga vigente el soporte extendido de Windows 10, es imprescindible instalar todos los parches disponibles. Cada actualización corrige potenciales brechas de seguridad que podrían comprometer el equipo o la red. En el entorno de Windows 11, el principio es el mismo: habilitar las actualizaciones automáticas y adoptar la buena práctica de revisar periódicamente si hay mejoras pendientes.
Recursos externos recomendados
Para quienes busquen corroborar la información acerca de la política de ciclos de vida y el fin de soporte de Windows 10, existen fuentes confiables a las que se puede acudir. A continuación, algunos enlaces que se abrirán en una pestaña nueva, donde se detalla el tema de forma oficial o especializada:
- Página oficial de Microsoft sobre el Ciclo de vida de Windows
- Centro de soporte de Microsoft - Fin de soporte de Windows
Estas lecturas permiten profundizar en los planes de Microsoft sobre las fechas, las políticas de soporte y las recomendaciones concretas para distintos escenarios. También pueden servir como base para documentar planes de actualización empresarial o proyectos de migración interna.


Preguntas frecuentes sobre el fin de soporte Windows 10
¿Realmente dejaré de poder usar Windows 10 después de 2025?
Técnicamente podrás seguir usando Windows 10, ya que no se autodestruirá ni quedará bloqueado. Sin embargo, la falta de parches de seguridad tras la fecha de fin de soporte de Windows 10 implicará un riesgo serio si el equipo está conectado a internet. Las vulnerabilidades descubiertas después de esa fecha no se corregirán, de modo que el sistema quedará cada vez más expuesto a malware y ataques.
¿Qué pasa si sigo usando Windows 10 en un ambiente sin conexión a internet?
Un equipo completamente aislado de redes podría seguir usando Windows 10 sin tantas exposiciones a riesgos de ciberataques. Aun así, carecería de actualizaciones y compatibilidad con nuevas aplicaciones. Si es un ordenador para propósitos muy específicos y no se conecta a internet, la obsolescencia puede tardar más en afectar, pero tarde o temprano será un entorno limitado.
¿Habrá algún programa de soporte extendido adicional para Windows 10, como ocurrió con Windows 7?
Microsoft no ha anunciado, hasta la fecha, planes de ofrecer un programa de Extended Security Updates (ESU) para Windows 10. Es posible que se ofrezcan soluciones puntuales a grandes clientes empresariales, pero no parece haber intención de crear un programa abierto a todos como sucedió con Windows 7. Por tanto, el 14 de octubre de 2025 es la fecha definitiva para la mayoría de usuarios.
¿Puedo actualizar de Windows 10 a Windows 11 sin coste?
En la mayoría de los casos, sí. Microsoft ha indicado que los usuarios con una licencia genuina de Windows 10 pueden actualizar a Windows 11 gratis si su hardware cumple los requisitos mínimos. Para verificarlo, puedes usar la herramienta de Microsoft “Comprobación de estado del PC” o buscar la opción de actualizar en Configuración > Windows Update. En algunos equipos, esta actualización gratis puede no estar disponible si el procesador no está en la lista de compatibles o si no se puede habilitar TPM 2.0, pero buena parte de los ordenadores modernos sí cumplen con los requisitos.
¿Qué pasa si mi equipo no cumple los requisitos de Windows 11?
Hay algunas opciones. Se podría considerar la actualización de hardware (por ejemplo, añadir un módulo TPM 2.0 en placas que lo soporten, habilitar Secure Boot en la BIOS o cambiar la CPU si es posible). Si no resulta factible, es probable que debas seguir con Windows 10 hasta 2025 y luego comprar un equipo nuevo con Windows 11 preinstalado o instalar otro sistema operativo como Linux. Mantenerte en Windows 10 más allá de 2025 puede implicar un riesgo alto para la seguridad de tu entorno.
¿Por qué conviene comprar licencias originales y de confianza?
Adquirir licencias legítimas garantiza las actualizaciones automáticas y el soporte oficial de Microsoft. Usar copias pirata o licencias no fiables puede ocasionar problemas de activación, bloquear el acceso a updates críticos y exponer al usuario a software malicioso. Es aconsejable recurrir a vendedores o tiendas de prestigio. Una opción destacada es
Licendi, conocida por su fiabilidad, buenos precios y licencias 100% originales.
¿Hasta cuándo se prevé que reciba soporte Windows 11?
Microsoft no ha compartido todavía una fecha específica de fin de soporte para Windows 11. Siguiendo el ciclo de vida habitual, se calcula que tendrá soporte hasta la primera mitad o mediados de la década de 2030. Por ahora, es el sistema operativo en el que Microsoft se centra para actualizaciones y mejoras. Con toda seguridad, será la plataforma principal de la compañía durante los próximos años.
¿Podría en mi empresa quedarme con Windows 10 más allá de 2025 si tengo buenos antivirus y firewalls?
Tener antivirus y firewalls puede reducir un poco el riesgo, pero no sustituye los parches oficiales del sistema. Las soluciones de seguridad de terceros no siempre pueden contrarrestar nuevas vulnerabilidades a nivel del núcleo del sistema operativo. Las auditorías de cumplimiento normativo, además, suelen exigir que se empleen sistemas en soporte activo, de modo que no se considera una estrategia recomendable.


Conclusiones finales
El fin de soporte Windows 10 representa un hito importante en la evolución de los sistemas operativos de Microsoft. Con una fecha marcada para el 14 de octubre de 2025, la compañía dejará de ofrecer parches de seguridad y asistencia técnica para este sistema, cerrando así un ciclo de aproximadamente diez años de soporte. Desde entonces, quienes opten por continuar en Windows 10 deberán afrontar un incremento continuo de riesgos de seguridad y problemas de compatibilidad con software y hardware nuevo.
Las experiencias de Windows 7, Windows 8 y otras versiones anteriores ilustran que es muy aconsejable planificar la migración a una versión en soporte antes de que se extinga. En este sentido, Windows 11 se plantea como el sucesor natural, con un ciclo de vida que arrancó a finales de 2021 y se extenderá durante varios años. Migrar a Windows 11 ofrece múltiples beneficios, como mayor seguridad gracias a requerimientos de hardware específicos, novedades de interfaz que mejoran la usabilidad y compatibilidad asegurada con las aplicaciones y dispositivos recientes.
Para empresas, la planificación anticipada resulta esencial. Un buen plan de migración pasa por realizar inventarios de equipos, verificar la compatibilidad de aplicaciones clave y diseñar una estrategia escalonada de actualización que no afecte la operatividad del negocio. Adicionalmente, es fundamental comunicar a los empleados los cambios de interfaz y nuevas funciones para evitar resistencias y dudas en el proceso.
El uso de licencias oficiales evita muchos dolores de cabeza. Tiendas consolidadas como Licendi ofrecen Windows 10 y Windows 11, así como otras ediciones de Windows, con la garantía de contar con claves legítimas que permiten acceder a todas las ventajas de un sistema operativo confiable. La inversión en una licencia original se justifica no solo por la recepción de actualizaciones, sino también por la tranquilidad de no caer en software pirata o descargas fraudulentas que comprometen la seguridad del ordenador.
En definitiva, la recomendación general es no aferrarse a Windows 10 una vez superada su fecha de soporte. Aunque este sistema ha sido excelente y sumamente popular, la necesidad de protección frente a vulnerabilidades hace imperioso el salto a un entorno actualizado como Windows 11. La historia demuestra que permanecer en sistemas sin soporte acarrea serios riesgos: ataques, pérdidas de datos, incompatibilidades y posibles repercusiones legales en ambientes profesionales. Con la debida planificación, la migración puede ser un proceso fluido, y quienes decidan apostar por Windows 11 descubrirán nuevas funciones y una experiencia mejorada que garantiza varios años más de vida útil y seguridad.
Es el momento de informarse, organizarse y prepararse para el cierre de una etapa. El Windows 10 fin de soporte no tiene por qué traducirse en caos ni pérdidas, siempre y cuando se tomen las medidas apropiadas con antelación. Mantener el software actualizado es un pilar fundamental para el uso responsable de la tecnología, y Microsoft pone a disposición Windows 11 como el siguiente paso en la evolución de su plataforma de escritorio. Con todo ello en mente, lo más adecuado es abrazar el cambio y asegurar la continuidad, fiabilidad y protección de nuestros sistemas en los años venideros.